MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El cambio climático tiene numerosos efectos sobre la salud que afectan en mayor proporción a las poblaciones más vulnerables como ocurre en África donde se prevé que “el 6 por ciento de la población total del Norte de África y el 3,5 por ciento del África subsahariana emigre por el cambio climático”, siendo el continente más afectado por los efectos del cambio climático, tal y como ha detallado la experta del Centro Internacional de Soluciones a la Resistencia Antimicrobiana (ICARS, por sus siglas en inglés), Annick Lenglet.
“Los países que más contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero son Estados Unidos, Rusia y Australia, y, en cambio, los más vulnerables al cambio climático son los países de África, América Latina y el sureste asiático, que son países de bajos y medianos ingresos. Los países mas vulnerables están sufriendo más el cambio climático aunque no son ellos los que causan este problema”, ha asegurado Lenglet durante la jornada ‘La vigilancia de salud pública ante el cambio global’, organizada en el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) este miércoles.
Así, ha destacado que se prevé que, en el año 2050, haya emigrado el 9,5 por ciento de la población africana por este motivo, una cifra “mucho más alta” que en otros países del mundo como los del sureste asiático o Latinoamérica (1,6%), los de Europa (1,7%) y el este asiático y el Pacífico (1,9%).
En este contexto, la experta ha explicado que el cambio climático tiene efectos directos e indirectos en la salud humana. Entre los efectos directos destacan: el calor extremo, la polución de agua en el aire, o la reducida disponibilidad y calidad de alimentos y agua. Y, por otro lado, los efectos indirectos incluyen: conflictos, guerras, violencia, enfermedades relacionadas con el calor, enfermedades transmitidas por vectores, enfermedades cardiovasculares, la salud mental y enfermedades respiratorias como el asma.
Asimismo, en los efectos del cambio climático sobre la salud humana tiene un rol importante la desigualdad en tres aspectos: la exposición a los efectos directos del calor, la sensibilidad y la capacidad de adaptarse.
“En primer lugar, no todas las personas tienen el mismo riesgo de exposición al calor. En cuanto a la sensibilidad, está asociada a factores sociodemográficos como la vivienda; y la capacidad de adaptarse está asociada a la capacidad de un sistema de invertir en sistemas y economías que reducen la vulnerabilidad al cambio climática, como el manejo del agua”, ha declarado.
Por tanto, la experta ha apuntado que, aunque el cambio climático no se puede evitar, sí que se podrían mitigar los efectos de este con “un liderazgo y compromiso político real, marcos políticos y gobernanza global, e investigación sobre la implementación de intervenciones exitosas adaptadas a los contextos de los países”.
“El cambio climático tiene que ser una de nuestras prioridades porque la afectación que tiene sobre la salud y sobre la vida de las personas es innegable, aunque algunos insistan en negarlo y en no verlo. Y el enfoque de la equidad tiene que ser también uno de los que predominen en su abordaje”, ha señalado por su parte el presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, Óscar Zurriaga.
IMPACTO DEL CLIMA SOBRE LOS VECTORES DE ENFERMEDADES
Durante la jornada, el investigador de la Estación Biológica de Doñana del CSIC, Jordi Figuerola, ha advertido del impacto que tiene el cambio climático sobre la difusión de enfermedades transmitidas por vectores como el mosquito tigre o el Virus del Nilo Occidental (VNO).
“Hay unos efectos de la temperatura sobre la abundancia de los vectores. La lluvia y la temperatura afecta al desarrollo de los mosquitos”, ha declarado, aunque ha advertido de que “más calor no necesariamente significa más mosquitos”.
Así, Figuerola ha apuntado que, por ejemplo, la difusión del mosquito tigre a otros países como España “no se debe solamente al cambio climático, sino a cambios globales como la globalización que hace que cada vez más personas lleguen infectadas”.
Con respecto a la circulación del virus del Nilo Occidental, el experto ha asegurado que “una mayor temperatura significa una mayor incidencia del virus”.
“Va a seguir habiendo circulación del virus en España, va a aumentar en intensidad en los animales, pero no quiere decir que vaya a aumentar en humanos, esto dependerá de la gestión que se haga de los mosquitos en las zonas habitadas para evitar su proliferación, si se hace una gestión adecuada evitaremos que se produzcan tantas infecciones en humanos”, ha apuntado.
AGENCIA ESTATAL DE SALUD PÚBLICA
Por otro lado, el director general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Pedro Gullón, ha aseverado que “la salud pública es una decisión política” y, en esta línea, el Ministerio tiene aún pendiente el proyecto de la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública que, según ha asegurado Gullón, “verá la luz en julio o en septiembre”.
“El proyecto de la Agencia Estatal de Salud pública se encuentra ahora revisando las enmiendas parciales que están haciendo los grupos políticos, no esperábamos una acogida tan buena por parte de casi todos los grupos políticos y creo que podemos tener la ley aprobada en julio, y sino en septiembre, y tener la agencia funcionando a lo largo de todo 2025”, ha declarado Gullón.
Gullón también ha destacado que el Ministerio ha creado un proyecto de Real Decreto para la creación de la red estatal de vigilancia de salud pública, que actualmente se encuentra en el Consejo de Estado pendiente de ser aprobada en el Consejo de Ministros.
“Estamos esperanzados en que por fin verá la luz pronto la Agencia Estatal de Salud Pública, la creación de la Red de Vigilancia en Salud Pública. Seguimos expectantes y mantenemos las esperanzas y pedimos a sus impulsores que no desfallezcan y que no nos defrauden”, ha declarado el presidente de la Sociedad Española de Epidemiología.
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