MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Entre las complicaciones más graves del lupus eritematoso sistemático (LES) destaca la nefritis lúpica que, según asegura el coordinador del Grupo de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (GEAS) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), el doctor José Salvador García Morillo, es “una complicación frecuente, grave y temida en las mujeres con LES” ya que nueve de cada diez adultos con lupus son mujeres.
El LES es una enfermedad autoinmune crónica sistémica que se caracteriza por una desregulación del sistema inmune, que pierde la tolerancia a los antígenos propios y los reconoce como extraños, produciéndose un ataque en los diferentes órganos y tejidos por parte de nuestros anticuerpos (autoanticuerpos).
Esta enfermedad se caracteriza, entre otros aspectos, por su heterogeneidad clínica ya que puede afectar varios órganos como la piel, los riñones, los pulmones, el sistema vascular, las membranas serosas o las articulaciones.
Con respecto al diagnóstico de LES, el doctor Morillo explica que este se basa en “criterios clínicos y serológicos y depende mucho de la sospecha clínica”. “La presencia de manifestaciones clínicas típicas sobre todo las cutáneas o la nefritis, la fotosensibilidad, caída del cabello en una mujer joven en edad fértil, orientan el diagnóstico de LES”, explica el experto.
Según explica el especialista, aunque el origen de esta enfermedad es desconocido, “se sabe que hay una interrelación entre factores genéticos y ambientales”. “Genéticamente, se ha encontrado una asociación con determinados HLA como el B8, DR3, DQW2, C4AQ0. Además de los factores genéticos, factores ambientales como las infecciones (virus de Epstein-Bar) o la exposición a xenobióticos (luz UV o tabaco) parecen tener relación con el desarrollo de esta enfermedad”, asegura.
En su patogenia, se combinan factores genéticos y ambientales que culminarán en la producción de autoanticuerpos e inmunocomplejos. Los principales antoanticuerpos presentes en el LES son los anticuerpos antinucleares (ANA) que “identifican a pacientes en riesgo de desarrollar o tener esta enfermedad, y existen otros como los anticuerpos Anti-DNA o anti-Sm, que son patogénicos de la enfermedad”, según explica el doctor Morillo.
En cuanto al pronóstico y tratamiento de LES, el especielista explica que “el pronóstico varía no solo por la gravedad de la actividad en los diferentes órganos, sino del daño crónico acumulado derivado de los tratamientos inmunosupresores empleados, como hidroxicloroquina, glucocorticoides, metotrexato o la ciclofosfamida”.
Además, para evitar los efectos secundarios de los fármacos inmunosupresores, se están desarrollando “nuevos tratamientos biológicos, dirigidos frente a los linfocitos B como el Rituximab o el Belimumab que es el único biológico con indicación específica para el LES”, asegura.
NUEVAS TERAPIAS CAR-T
Al igual que otras enfermedades autoinmunes, en el lupus no se consigue la curación ni la remisión completa, son frecuentes las recaídas, y solo el 5-10 por ciento de los pacientes consiguen la remisión a lo largo de su vida.
En este sentido, los médicos internistas miembros de SEMI y vocales del GEAS-SEMI, los doctores Andrés González e Iván CusácovichEn, destacan que, en los últimos años, “han aparecido novedades en el diagnóstico, así como nuevas terapias, que tienen como objetivo el control de la enfermedad y la disminución de los efectos deletéreos de los medicamentos”.
Actualmente se dispone de otros tratamientos biológicos, algunos aprobados y otros en vías de investigación, con bloqueo algo más selectivo de la inmunidad adaptativa, pero que no son curativos de la enfermedad, bloqueando el linfocito B, que parece ser la diana principal a bloquear o biológicos que actúan sobre la vía del inteferon.
El coordinador del GEAS, el doctor José Salvador García Morillo asegura que, cuando hay muchas vías terapéuticas y muchas opciones de tratamientos, “es porque ninguno de ellos va a controlar las múltiples vías fisiopatológicas de la enfermedad, de ahí la complejidad en el tratamiento del LES”.
“La terapia CAR-T ha aparecido para tratar de forma lo más selectiva posible la desregulación inmunológica del LES, como una alternativa de tratamiento en formas más graves y resistentes a los inmunosupresores o biológicos”, explica el doctor Morillo.
Asimismo, el experto asegura que “la aplicación clínica exitosa de células CAR-T anti-CD19 en el tratamiento del LES es un gran avance en el campo de esta enfermedad”.
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