MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad de Michigan en Estados Unidos han llevado a cabo un estudio en el que concluyen que las personas mayores con enfermedades digestivas experimentan más soledad y depresión.
“Descubrimos que los individuos con una enfermedad digestiva eran más propensos a declarar una salud ‘mala o regular’ en comparación con los que no la tenían. Y entre los pacientes con una enfermedad digestiva, la soledad, así como la depresión de moderada a grave, se asociaron con mayores probabilidades de autoinformar de una salud ‘mala o regular'”, ha indicado la gastroenteróloga de Michigan Medicine, Shirley Ann Cohen-Mekelburg, que ha participado en esta investigación publicada en ‘Clinical Gastroenterology and Hepatology’.
En este sentido, Cohen-Mekelburg ha afirmado que, en los últimos años, los proveedores de atención sanitaria han hecho más hincapié en detectar por qué tantos estadounidenses desarrollan enfermedades digestivas. Sin embargo, ha señalado que los enfoques actuales a menudo no tienen en cuenta cómo cosas como los factores psicosociales contribuyen a estas condiciones.
“Como médicos, es importante que prestemos atención a los factores psicosociales que intervienen en la vida de nuestros pacientes, pero a menudo se pasan por alto”, ha afirmado.
“Estos factores tienen el potencial de influir significativamente en la salud gastrointestinal, y también desempeñan un papel crucial en el bienestar general de nuestros pacientes”, ha subrayado la investigadora.
Esta idea inspiró a Cohen-Mekelburg y a un equipo de colegas gastroenterólogos y hepatólogos a examinar los índices de soledad, depresión y aislamiento social en adultos mayores con y sin enfermedades digestivas.
La investigación analizó datos de 2008 a 2016 del Estudio de Salud y Jubilación de la Universidad de Michigan, un estudio de panel longitudinal que involucra a una muestra representativa de aproximadamente 20.000 individuos en los Estados Unidos que tienen 50 años o más, así como a sus cónyuges.
“Es importante señalar que la soledad se refiere a la sensación subjetiva angustiosa de estar solo o de carecer de compañía. La correlación entre soledad y depresión está bien establecida”, ha explicado Cohen-Mekelburg.
“Por lo tanto, hay personas que viven aisladas pero están bien adaptadas, no se sienten solas y declaran un alto bienestar psicológico. Pero, por otro lado, también hay personas que están socialmente conectadas, pero sufren de bajo bienestar psicológico y soledad. Y ello a pesar de tener una red social sólida”, ha manifestado.
De un grupo de 7.110 participantes, el equipo identificó un 56 por ciento de individuos con una enfermedad digestiva y un 44 por ciento sin ella.
“En general, el 60,4 por ciento y el 55,6 por ciento de los encuestados con y sin enfermedades digestivas declararon sentirse solos. El 12,7 por ciento y el 7,5 por ciento declararon depresión grave, y el 8,9 por ciento y el 8,7 por ciento, aislamiento social, respectivamente”, dijo Cohen-Mekelburg.
Cohen-Mekelburg dice que espera que estos hallazgos eventualmente faculten a los gastroenterólogos para “examinar a los pacientes en busca de depresión y soledad”, además de sus síntomas físicos.
“Al hacer esto, los proveedores pueden establecer mejor las vías de atención para el tratamiento de la salud mental de sus pacientes, lo cual es enormemente importante”, ha señalado.
“Nuestra investigación muestra que los gastroenterólogos están en una posición única para ayudar a sus pacientes a lograr una buena salud general. Si además son médicos que atienden a personas mayores, aún mejor. Ser consciente de la relación entre la soledad, los síntomas depresivos y las enfermedades digestivas puede beneficiar realmente a sus pacientes desde una perspectiva holística”, ha finalizado.
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