MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El 77% de los españoles apoya un servicio público de bicicletas compartidas en su ciudad para incentivar su uso como medio de transporte sostenible, según el estudio monográfico ‘Bicicleta compartida en España: oportunidades y retos para una movilidad urbana más sostenible’, realizado por Fifteen e Ipsos.
El informe, para el que se han analizado 1.900 casos, también ha concluido que la bicicleta se ha convertido en un medio de transporte habitual para el 19% de la población española, mientras que un 51% asegura que usa la bicicleta en alguna ocasión y un 33% sitúa el no tener una bicicleta propia entre las razones para no desplazarse en ella.
Así, los servicios de bicicleta compartida cuentan con buena percepción, según el estudio, que indica que uno de cada tres encuestados los ha utilizado en alguna ocasión, destacando el mayor uso por parte de hombres (59%) y en la franja de 25 a 44 años (44%), con una edad media de 39 años.
Además, la infraestructura de carriles bici es el punto más valorado a la hora de usar la bicicleta compartida (7,9 sobre 10) , aunque con diferencias mínimas con otros aspectos, como la cercanía de estaciones al domicilio o lugar de trabajo, un número suficiente de estaciones de recogida de bicicletas o un número suficiente de bicicletas (las tres opciones con 7,8), de acuerdo al informe.
Asimismo, la disponibilidad de bicicletas eléctricas recibe una valoración de 7 sobre 10 y un 62% de españoles considera “muy importante” este aspecto a la hora de usar la bicicleta compartida, mientras el 68% de los usuarios habituales de estas bicicletas reconoce que le ha animado a ir en bicicleta con más frecuencia.
IMPULSAR LA BICICLETA EN ESPAÑA
En este sentido, el director general de Fifteen, Benoît Yameundjeu, ha subrayado que “las opiniones de los ciudadanos confirman que los servicios de bicicletas compartidas pueden contribuir de forma decisiva a impulsar el uso general de la bicicleta en España”.
“Ofrecen una oportunidad de descubrir la bicicleta a nuevos usuarios sin necesidad de que adquieran una bici propia y, al mismo tiempo, amplían las opciones a los usuarios habituales. Existe todavía un gran margen de crecimiento si ampliamos estos servicios a más ciudades”, ha defendido.
Por su parte, el director de Public Affairs de Ipsos, José Pablo Ferrándiz, ha destacado que el estudio demuestra la “gran predisposición de la población a utilizar más la bicicleta en sus desplazamientos habituales”.
En este contexto, el informe también indaga en la percepción de la bicicleta como modelo de movilidad sostenible y saludable, pues un 89% cree que desempeña un papel importante en la reducción de las emisiones de carbono y un 82% en la reducción del tráfico.
Además, un 87% considera que ir en bicicleta aumenta la energía mental y física mientras que un 75% reconoce que le hace sentir más feliz y mejora su bienestar.
VÁLIDA PARA CUALQUIER TIPO DE CIUDAD
El estudio también incide en que no hay diferencias significativas en la demanda de estos servicios por parte de personas de diversas ciudades. Para ello, junto a la muestra del conjunto de la ciudadanía española (1.200 casos), se ha realizadouna encuesta adicional a población representativa de cinco ciudades españolas.
Las ciudades elegidas han sido Córdoba (200), Elche (100), Ourense (100), Salamanca (200) y Terrassa (100), con el fin de conocer la percepción de habitantes de ciudades diversas por dimensión, ubicación y urbanismo, que no cuenten con un servicio de bicicleta compartida.
Las respuestas específicas en estas ciudades coinciden con los de la población general de España y con la opinión de los expertos de que los servicios de bicicleta compartida son adecuados para cualquier tipo de ciudad. En concreto, el mayor apoyo se encuentra en Córdoba y Ourense (con más de un 80%), cuyos encuestados también reconocen que usarían más la bici si se desarrollan estos servicios (un 60%).
Por último, el informe identifica dos demandas principales a las administraciones: la actuación prioritaria en el desarrollo de infraestructuras ciclistas seguras y adaptadas a las características de cada ciudad y la implantación de servicios públicos de bicicleta compartida, los cuales permiten popularizar este medio de transporte entre los no usuarios.
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