La vivienda, el ámbito en el que más personas señalan sentirse discriminadas, seguida de espacios públicos
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El 20,6% de las personas que sufren discriminación considera que denunciar no sirve para nada mientras que un 18,6% resta importancia al suceso, el 18,3% califica de normal que ocurran esas cosas y el 13,6% admite no saber dónde o cómo hacerlo.
Así se desprende del estudio ‘Percepción de la discriminación por origen racial o étnico por parte de sus potenciales víctimas en 2024’, presentado este miércoles por el Ministerio de Igualdad en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación, que se celebra el 21 de marzo.
El estudio –que constata de este modo el problema de la infradenuncia, ya que la mayor parte de estos episodios no se denuncian– también revela que un 52% de los sondeados relata haber vivido en los últimos 12 meses al menos una situación que podría calificarse como delito de odio.
Los grupos proporcionalmente más afectados han sido personas negras africanas (17%) y árabes y norteafricanas no árabes (13%). Aunque se elevan en cuatro puntos porcentuales las personas víctimas de discriminación que interponen una reclamación y denuncia, el informe detalla que están en un 22,4%.
Según los encuestados, es fundamental para mejorar la situación potenciar la protección y la reparación a las víctimas, actuaciones preventivas desde el ámbito educativo y mayor sensibilización. Estiman igualmente necesario el incremento de la presencia de personas de diversos orígenes en instituciones y organismos públicos o trabajar con los medios de comunicación, vitales en la generación del imaginario colectivo.
El informe también revela un incremento de las personas que se sienten discriminadas por su origen racial o étnico en España respecto a la anterior edición del informe (2020), pasando del 31 al 33%.
En declaraciones a los medios antes de presentar el informe, la directora general para la Igualdad de Trato y No Discriminación y contra el Racismo, Beatriz Carrillo, ha lamentado que “el racismo sigue creciendo, no mengua, desgraciadamente, y es una amenaza, fundamentalmente, en un contexto global tan complejo en el que estamos ahora mismo viviendo”.
Según el estudio, han aumentado las personas que dicen sufrir discriminación por su color de piel o rasgos físicos (61%), mientras que disminuyen quienes lo padecen por sus costumbres o prácticas culturales (36%). Entre los motivos de discriminación también figura la situación económica (30%) y su sexo (27%). Aunque descienden las experiencias de discriminación atribuidas a las creencias religiosas, suben, en cambio, las motivadas por el sexo, la identidad de género y/o la orientación sexual.
Por ello, Carrillo ha alertado de que “existe un problema más profundo y generalizado que afecta a todos los ámbitos de la sociedad, ya que es estructural”. “Este fenómeno se manifiesta en el acceso a la vivienda, en las dificultades para acceder al empleo y en el sistema educativo, con una creciente segregación escolar”, ha enumerado.
Así, la vivienda es el ámbito en el que más personas señalan sentirse discriminadas (27,5%), seguida de los espacios públicos (22%) y el ámbito policial (20%) por lo que el estudio revela que la discriminación se produce tanto en espacios públicos como en privados.
En el ámbito educativo, y de acuerdo con el estudio, la segregación escolar y el bullying son las situaciones más habituales. También se advierten discriminaciones en la administración pública y local, en concreto, en el acceso al empadronamiento.
Por otro lado, en el ámbito privado, el estudio alerta de las discriminaciones en establecimientos o espacios abiertos al público. La población afrodescendiente, la negra africana y la gitana son quienes más denuncian haber vivido situaciones incómodas como impedimentos de acceso a locales públicos, o, una vez dentro, seguimientos y vigilancia.
En cuanto a la vivienda, la mayoría de las personas encuestadas vive en zonas con alta concentración de población perteneciente a los diversos grupos étnicos minoritarios y el 14,2% afirma haber sentido rechazo del vecindario.
La percepción de discriminación en el ámbito laboral también es elevada, especialmente entre personas afrodescendientes, árabes y norteafricanas no árabes y nativas americanas. Señalan, sobre todo, empleos de baja cualificación y condiciones de empleo que pueden vulnerar sus derechos laborales.
GRUPOS MÁS DISCRIMINADOS
Por lo que respecta a los grupos étnicos, la población afrodescendiente, árabe y negra africana son las que en mayor proporción aseveran haber sufrido algún caso de discriminación. Si se atiende al sexo, se ven diferencias en la percepción de discriminación atribuible a patrones que responden a los roles tradicionalmente asociados a cada uno de los sexos.
De este modo, los hombres experimentan más situaciones discriminatorias por origen étnico y racial en espacios públicos. Por ejemplo, un 12,5% de los sondeados señala que no les han dejado entrar en discotecas, bares o restaurantes, un 24,2% asegura haber percibido malas miradas en tiendas o centros comerciales y un 15,9% dice haber sido insultado por la calle.
En el caso de las mujeres, identifican esas situaciones en mayor medida en los espacios privados como la vivienda, servicios o espacios relacionados con los cuidados, como la educación o la sanidad. Además, el 24,15% de las encuestadas ha indicado haber vivido alguna situación de violencia sexual por motivos raciales o étnicos, en especial las mujeres blancas latinoamericanas.
La encuesta también aborda las consecuencias de todas estas discriminaciones: el 23% asegura sentir tristeza, depresión o consecuencias psicológicas; un 13% afirma que les han generado desconfianza, mientras que un 20% manifiesta que estos hechos no les afectan.
En este sentido, Carillo ha denunciado que “las personas que sufren racismo experimentan consecuencias negativas en su salud mental, por lo que esto se traduce en trastornos como depresión, ansiedad y estrés, lo cual, a su vez, limita las oportunidades de igualdad y afecta el futuro de España”.
Con este estudio, se busca conocer la evolución en el tiempo de la percepción de la discriminación motivada por el origen racial o étnico experimentada por parte de las potenciales víctimas. Para llevar a cabo el mismo, se han realizado un total de 2.200 encuestas a personas clasificadas en 9 grupos étnicos o poblacionales distintos, los cuales fueron consensuados previamente con la sociedad civil.
Las encuestas se han realizado en todo el territorio nacional, incluyendo las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. El trabajo ha contado con la colaboración de la Dirección General y el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE).
- Te recomendamos -
