MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El coordinador del Área de Diabetes de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Fernando Gómez Peralta, ha alertado que aproximadamente la mitad de las personas que padece diabetes tipo 2 no ha sido identificada, por lo que ha incidido en la importancia de un diagnóstico precoz para establecer el tratamiento y el seguimiento pertinente con el fin de evitar o retrasar la aparición de las complicaciones asociadas a esta patología.
En este sentido, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), en el marco del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra este 14 de noviembre, ha lanzado la campaña ‘Poniendo luz en la diabetes oculta’, con el fin de concienciar a la sociedad sobre la importancia de conocer el riesgo de presentar diabetes o prediabetes, ya que responde a casos en los que a pesar de que los niveles de glucosa no cumplen los criterios de la diabetes, no pueden ser considerados completamente normales.
La diabetes tipo 2, que representa hasta el 95 por ciento de los casos de esta enfermedad, afecta a personas que presentan una deficiencia relativa de insulina y una resistencia a su acción en los tejidos. “Estas situaciones pueden ser valoradas contemplando una serie de factores de riesgo, como la edad, el índice de masa corporal (peso y talla), el perímetro de la cintura, la actividad física, la ingesta de frutas y verduras, la presencia de hipertensión, los antecedentes de glucosa elevada y los de familiares con diabetes”, ha informado Gómez Peralta.
Asimismo, en palabras del endocrinólogo, la diabetes tipo 2 presenta una frecuencia muy elevada por su relación con una edad más avanzada, la presencia de obesidad y la falta de actividad física en la población.
“Las personas con diabetes tipo 2 pasan muchos años con niveles elevados de glucosa antes de ser diagnosticadas, ya que la hiperglucemia se desarrolla gradualmente y, en los primeros estadios de la enfermedad, los niveles de glucosa en sangre no son tan elevados para asociarlos a los síntomas típicos de la enfermedad (pérdida de peso, aumento del volumen de orina y de la ingesta de líquidos)”.
Para el endocrinólogo, las “intervenciones efectivas” en las personas que presentan un riesgo elevado de desarrollar diabetes tipo 2 han demostrado poder retrasar la progresión desde la condición de prediabetes a la diabetes. Estas intervenciones han evidenciado que “el cambio en los hábitos de vida con un plan alimentario personalizado bajo en calorías y un aumento en la actividad física son muy eficaces para prevenir el desarrollo de diabetes tipo 2”.
Las personas con prediabetes presentan un aumento del riesgo de eventos cardiovasculares, por lo que “deben ser detectados y tratados todos los factores de riesgo asociados a la enfermedad cardiovascular como los niveles elevados en la tensión arterial o el colesterol”, ha indicado el experto.
La diabetes mellitus es una enfermedad que se caracteriza por la presencia de niveles elevados de glucosa plasmática (azúcar en sangre). “Las causas de esta hiperglucemia pueden ser múltiples, lo que condiciona que existan diferentes tipos de diabetes (diabetes tipo 1, diabetes tipo 2, diabetes gestacional, etc.)”, ha explicado Gómez Peralta.
En cuanto a las complicaciones asociadas a la enfermedad que pueden sufrir los pacientes “aunque no hayan sido diagnosticados”, el médico especialista en Endocrinología y Nutrición sostiene que “los programas de cribado como la revisión oftalmológica, la evaluación de la función y el daño renal o la exploración de los pies están dirigidos a identificar las complicaciones asociadas a la diabetes cuando aún se encuentran en fases iniciales permitiendo reducir el riesgo de progresión a fases más avanzadas con el consecuente deterioro significativo de la calidad de vida (problemas cardiovasculares, disminución de la visión, enfermedad renal avanzada o heridas vinculadas con el pie diabético)”.
El coordinador del Área de Diabetes de la SEEN mantiene que el tratamiento de las personas con diabetes tipo 2 debe incluir hábitos de vida saludables, educación y apoyo para el autocuidado, así como tener en cuenta los determinantes sociales que pueden influir en la enfermedad.
En relación al tratamiento farmacológico, “se basa en factores centrados en la persona en función del resto de patologías asociadas y los objetivos individualizados”. Gómez Peralta ha especificado que el tratamiento farmacológico “se inicia en el momento del diagnóstico (precoz) con un objetivo de control de la diabetes individualizado que debemos alcanzar (intensivo)”.
En palabras del coordinador del Área de Diabetes de la SEEN, este tratamiento precoz e intensivo ha demostrado un “beneficio importante” en las personas con diabetes tipo 2 garantizando una mejor calidad de vida a largo plazo. “Hay que tener también en cuenta que el control de peso es un componente muy importante en el tratamiento de la diabetes tipo 2 que puede modificar de una manera significativa la evolución natural de la enfermedad posibilitando, en algunos casos, llegar incluso a una situación de remisión de la enfermedad”, ha finalizado.
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