MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Un nuevo estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) junto a otras instituciones españolas ha sugerido la existencia de un flujo de transmisión del virus de la parotiditis entre España y Países Bajos, que probablemente es reflejo de los intensos movimientos de población entre ambos países con un sentido de propagación desde el sur hacia el norte durante el período de estudio.
De hecho, la tasa de incidencia de parotiditis o paperas en España es mayor que en Países Bajos a pesar de que la cobertura de inmunización es muy similar en ambos países, algo que podría estar asociado con un mayor riesgo de exportación del virus desde España a otras localizaciones.
En conclusión, el presente estudio, publicado en ‘Frontiers in Microbiology’, ha proporcionado nuevos conocimientos sobre la circulación de variantes y haplotipos del virus de las paperas más allá de las fronteras de un solo país. De hecho, el uso de la herramienta molecular MF-NCR ha permitido revelar los flujos de transmisión de este virus entre Países Bajos y España.
El estudio de la circulación de variantes de virus de la parotiditis mediante la aplicación de los protocolos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) más allá de las fronteras de un solo país y el uso adicional de nuevas herramientas moleculares basadas en el análisis regiones no codificantes hipervariables (RNC) ha permitido localizar y definir los flujos de transmisión del virus entre ambos países y facilitará en el futuro un mejor estudio del virus y el seguimiento de posibles casos y brotes.
Los autores señalan que se necesitan estudios similares más amplios, que incluyan otros países europeos, para proporcionar una visión más consolidada de los datos presentados en este estudio.
En este artículo en el que se analiza la circulación del virus de la parotiditis en España y Países Bajos también se propone un análisis complementario de nuevas regiones genómicas para mejorar su caracterización, seguimiento y difusión.
La parotiditis, también conocida como paperas, es producto de la infección por el virus de la parotiditis y se caracteriza principalmente por la inflamación de las glándulas parótidas, que están situadas a ambos lados de la cara, en la parte alta y lateral del cuello. Puede afectar tanto a niños como a adultos, y existe una vacuna que se administra en edad infantil y que reduce de manera significativamente las infecciones y su gravedad.
Los programas de vacunación, muy extendidos, permiten un buen control de la enfermedad, aunque siguen notificándose casos de infecciones y brotes ocasionales en determinadas poblaciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener una vigilancia molecular de la parotiditis basada en la secuenciación de gen SH del virus que causa la enfermedad. Este análisis es una herramienta efectiva para la vigilancia y permite conocer los diferentes genotipos que circulan.
Sin embargo, los datos son limitados, lo que en ocasiones dificulta conocer los patrones de propagación del virus. En este estudio, los autores proponen utilizar también otras regiones genómicas del virus para la vigilancia, concretamente regiones hipervariables no codificantes (RNC), que puedan servir como marcadores moleculares adicionales.
El análisis de los genotipos del virus y su vigilancia microbiológica y epidemiológica ha permitido tener conocimiento en los últimos años de una circulación variada de genotipos en diversos países europeos.
Por ejemplo, entre 2010 a 2020 la literatura científica describió numerosos brotes de parotiditis causados por el genotipo G, pero estos estudios muestran limitaciones geográficas. La investigación ahora publicada analiza las secuencias genómicas obtenidas y los genotipos encontrados entre los años 2015 y 2020 en España y Países Bajos, lo que ha permitido ampliar mucho el marco de distribución geográfica y el conocimiento de cómo se comporta el virus.
El análisis de 1.121 secuencias del gen SH del virus permitió identificar 106 agrupaciones de secuencias genómicas idénticas, de las que siete de ellas mostraban una amplia circulación geográfica, por lo que se consideraron variantes estabilizadas del virus. Todas ellas se detectaron de forma coincidente en el tiempo en ambos países.
La obtención de 262 secuencias de RNC permitió correlacionar a nivel más detallado los patrones comunes de circulación del virus. Todas las variantes compartidas se detectaron primero en España.
La investigación está liderada por investigadores del Centro Nacional de Microbiología y el Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII, en colaboración con el Área de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), también dependiente del ISCIII, y cuenta con la participación del Instituto de Medio Ambiente y Salud Pública de Bilthoven, en Países Bajos.
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