MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
La Fundación Josep Carreras contra la Leucemia, con la colaboración de la Fundación Grünenthal, ha publicado la guía ‘El dolor en el paciente hemato-oncológico: antes, después y durante el tratamiento’ con consejos sobre cómo afrontar el dolor, ya que el 90% de las personas con cáncer lo sufre.
El documento ofrece recomendaciones para manejar el dolor asociado a las enfermedades hematológicas en sus diferentes etapas del tratamiento, además de abordar las consecuencias del dolor “a nivel emocional”, dado el “impacto psicológico y funcional” que tiene en los pacientes.
La guía ofrece una hoja de ruta clara para abordar el dolor que acompaña a estas enfermedades con un enfoque “diferenciado y especializado”. En se texto se alude también a un estudio de Grünenthal que incluyó a 49 pacientes en España (549 en total en Europa) con dolor neuropático oncológico sobre cómo afecta este tipo de dolor en su vida, revela que en este continente se registran 2,7 millones de nuevos casos anuales.
“El documento evidencia que uno de cada cinco pacientes presenta dolor intenso a diario, el 47% ha tenido que faltar al trabajo o a clases y el 12% ha abandonado su profesión debido al dolor. Además, a nivel emocional, el 37% manifiesta que le ha afectado a la autoestima”, destacó la Fundación Grünenthal.
Ante estos datos, el documento incide en que muchos de los dolores que puede experimentar un paciente son manejables, por lo que “controlarlos y mejorar la calidad de vida son un objetivo fundamental del tratamiento”.
AFRONTAR EL DOLOR ONCOLÓGICO
La publicación resalta que además de los medicamentos, una alimentación adecuada y equilibrada junto con ejercicio físico, pueden aliviar algunos dolores. Además la gestión del miedo e incertidumbre “debería cubrirse siempre con apoyo emocional especializado”.
Por ello, la guía insta a los pacientes a que acudan a su médico para que les derive al nutricionista y al fisioterapeuta y evalúen qué tipo de dieta y ejercicio pueden ser apropiados para mejorar su situación.
Por último, se hace hincapié en la importancia de realizar ejercicio físico durante el transcurso del tratamiento oncológico, ya que la densidad ósea puede disminuir, dando lugar a la osteoporosis, cuyas principales causas son los tratamientos médicos y el prolongado período de inmovilidad.
“Una reducción significativa en la densidad ósea puede comprometer la integridad estructural del hueso, especialmente si se pierde la estabilidad, por lo que ante indicios de osteoporosis se debe incrementar la actividad física. El deterioro de los huesos por las llamadas lesiones líticas es especialmente significativo en los pacientes de mieloma múltiple”, puntualizaron los autores de la guía.
Por su parte, Ana Martins, presidenta de la Fundación Grünenthal, destacó la importancia de que instituciones como la Fundación Josep Carreras contra la leucemia “dediquen su conocimiento y esfuerzos en elaborar publicaciones como esta en las que se recogen recomendaciones e información para ayudar a estos pacientes a afrontar los episodios de dolor en las diferentes fases del tratamiento”.
Para Alexandra Carpentier, responsable de Experiencia del Paciente de la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia, es importante informar al hematólogo sobre el dolor y tratarlo “en cuanto aparece o impedirlo antes de que comience a hacer estragos”.
Agregó que “una vez que el dolor se intensifica, puede ser más complicado de tratar. Además, muchos de los dolores que puede experimentar un paciente son manejables y controlar estos dolores y mejorar la calidad de vida de los pacientes son un objetivo fundamental del tratamiento”.
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