MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Un estudio ha determinado por primera vez un biomarcador que ayuda a seleccionar a las pacientes que más responden a patritumab deruxtecán, uno de los últimos fármacos en cáncer de mama.
De este modo, la revista científica ‘NATURE Communications’ ha publicado los nuevos resultados del estudio ‘SOLTI-1805 TOT-HER3’. Se trata del primer estudio que consigue describir la actividad biológica asociada a un fármaco de la familia de los anticuerpos conjugados, patritumab deruxtecán (dirigido contra el receptor HER3), en pacientes con cáncer de mama hormonal localizado (HR+/HER2-), así como en pacientes con tumores triple negativos, que no han recibido tratamiento previo.
Así, el estudio ha demostrado que, en los tumores con una expresión baja del gen ERBB2, que contiene la información sobre el receptor HER2, se observa una mayor actividad del fármaco. Estos hallazgos se han medido utilizando técnicas de alta complejidad y en tres puntos clave dentro de las células: en el ADN, el ARN y en las proteínas, para corroborar su validez.
Promovido por el grupo de investigación académica en cáncer SOLTI, el estudio ha permitido caracterizar molecularmente los tumores de 97 pacientes y ver cuáles son las características biológicas en dos momentos: antes de empezar el tratamiento y tras finalizarlo.
Este formato de estudio, llamado estudio ventana, permite identificar biomarcadores que luego se utilizan para predecir quién se beneficia más o menos de un fármaco. Con ello, se ha concluido que los niveles de ERBB2 (el gen que se asocia a HER2) son un buen indicador de respuesta a este anticuerpo conjugado (patritumab deruxtecán). Además, se ha visto que biomarcadores de quimio sensibilidad también estaban asociados a la respuesta a este fármaco.
En los últimos tiempos, los anticuerpos conjugados (ADCs por sus siglas en inglés) han revolucionado el tratamiento de distintos tipos de cáncer por su alta efectividad, no obstante, algunos estudios apuntan a que la gran actividad de algunos ADCs no se explica únicamente teniendo en cuenta los receptores-diana a los que se dirigen.
Por esta razón actualmente existe una gran necesidad médica que pasa por estudiar mejor la biología de estos tumores para determinar en qué pacientes es más efectivo cada fármaco.
“Patritumab deruxtecán demostró que contabilizar los niveles del receptor HER3 en las células tumorales de la biopsia no era suficiente como termómetro de actividad del fármaco. Necesitábamos ir más allá y analizar otros parámetros biológicos, incluyendo firmas genómicas multi-parámetro, para determinar qué pacientes se beneficiaban más de este tratamiento. Contra todo pronóstico, gracias al estudio ‘TOT-HER3’, hemos identificado que hay una relación inversa entre la expresión de los receptores HER2 y el beneficio que supone este fármaco anti-HER3 para las pacientes. La hipótesis que se baraja para explicar esta actividad del fármaco es la diferente capacidad de internalización del fármaco en presencia o no de HER2. Para responder a esta cuestión, SOLTI ya tiene en marcha el estudio ‘VALENTINE'”, ha explicado el investigador principal del estudio y jefe del grupo de Genómica traslacional y terapias dirigidas en tumores sólidos del IDIBAPS, Aleix Prat.
Por su lado, Fara Brasó-Maristany, la co-autora del estudio e investigadora en el laboratorio dirigido por el doctor Aleix Prat, ha subrayado acerca de la metodología utilizada en el estudio.
“Hemos utilizado el marcador conocido como CelTIL para determinar si había o no actividad del fármaco en este grupo de pacientes. Esta es una variable que analizamos en el laboratorio a partir de las muestras de tumor y que nos permite inferir el nivel de beneficio clínico de las pacientes. En este caso, medimos cómo cambiaba este marcador al inicio y al final del tratamiento para ver si patritumab deruxtecán ejercía un papel en modificar estos tumores. Vimos que a aquellas pacientes que les aportaba mayor beneficio tenían en común una baja expresión del gen ERBB2. Esto nos ayudó a concluir que medir el gen ERBB2 junto a otros genes relacionados con la quimiosensibilidad sería un buen biomarcador para predecir la actividad que tendrá el fármaco en cada paciente: concretamente, a menor expresión del gen, más eficacia demuestra el tratamiento”, ha finalizado.
- Te recomendamos -