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Se ha descubierto que los indígenas peruanos que habitan zonas cercanas a las áreas petroleras presentan niveles elevados de metales en su orina

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MADRID, 03 (SERVIMEDIA)

Las comunidades indígenas de la Amazonía peruana que viven cerca de explotaciones petroleras presentan niveles corporales elevados de mercurio, arsénico y cadmio.

Esta es la conclusión de un estudio liderado por Cristina O’Callaghan, investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) -centro impulsado por la Fundación “la Caixa”-, profesora de Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y codirectora del máster interuniversitario en salud planetaria (UOC, ISGlobal y Universitat Pompeu Fabra).

El trabajo, publicado este miércoles en la revista ‘Environmental Health Perspectives’, detecta concentraciones altas de esos tres metales en la orina de la población indígena de cuatro cuencas hidrográficas del norte de la Amazonía peruana, donde en la década de 1970 se inició la extracción de petróleo.

Actualmente, esta es una de las zonas más contaminadas de Perú. Una investigación anterior liderada por ISGlobal ya informó de niveles altos de plomo en sangre entre la población de ese lugar. Ahora se publican los datos referentes al mercurio, arsénico y cadmio, tres metales tóxicos para el ser humano.

El arsénico y el cadmio son carcinógenos. La exposición al arsénico puede causar cáncer de pulmón, vejiga, piel, hígado y riñón, y exponerse al cadmio puede ocasionar cáncer de pulmón, próstata y riñón.

Además, el arsénico puede tener otras consecuencias graves para la salud, como lesiones cutáneas, daños hepáticos y renales, una disminución de glóbulos rojos y blancos, y retrasos en el desarrollo infantil.

El cadmio, por su parte, puede provocar problemas respiratorios, enfermedades renales, fragilidad ósea, problemas reproductivos y enfermedades cardiovasculares.

Y la exposición continuada al mercurio puede causar daños neurológicos y alteraciones de la función cognitiva, dañar el sistema nervioso de los fetos y los niños, y provocar enfermedades renales y del sistema inmunitario.

AGUA

El equipo investigador evaluó, entre mayo y junio de 2016, las concentraciones urinarias de mercurio, arsénico y cadmio de 824 personas (230 menores de 12 años). Todas ellas residían en comunidades indígenas próximas a explotaciones petroleras, en zonas remotas no industrializadas.

Los investigadores realizaron también entrevistas personales para recoger datos sobre sus factores de riesgo y su estilo de vida. Además, tuvo en cuenta la distancia que separaba su residencia de la instalación petrolífera más próxima.

El resultado de los análisis de orina mostró que una proporción considerable de la población infantil y adulta estudiada superaba los niveles de referencia establecidos para el mercurio, el arsénico y el cadmio. Estas altas concentraciones de metales se asociaron con el agua que consumían y con el que se bañaban, sobre todo en el caso del mercurio, que puede absorberse por vía dérmica.

“El petróleo crudo puede contener mercurio y otros metales, y se han reportado niveles elevados en el medio ambiente y en organismos acuáticos”, explica O’Callaghan.

MERCURIO

Un 25% de los niños y un 28% de los adultos presentaron niveles de mercurio superiores al valor de referencia establecido por el Ministerio de Salud del Perú. Se observó que la concentración de mercurio aumentaba con la edad entre las personas adultas y que era mayor entre quienes vivían cerca del río Marañón, donde el consumo de pescado es superior al de otras cuencas fluviales. Niveles de mercurio elevados en el pescado de la cuenca amazónica se han asociado con la contaminación por petróleo.

Estudios anteriores realizados en la misma región han sugerido que la principal vía de exposición al mercurio en la zona es la absorción dérmica del mercurio presente en el agua. Esto concuerda con los resultados del trabajo publicado ahora.

ARSÉNICO

Por otro lado, un 48% de la población infantil y un 23% de la adulta presentaron niveles de arsénico superiores al valor de referencia establecidos por el Ministerio de Salud de Perú. Las concentraciones de arsénico disminuyeron ligeramente con la edad en los adultos, tendieron a ser más altas entre los niños que bebían agua de pozo y, de forma similar al mercurio, fueron más altas entre quienes vivían en los alrededores de Marañón.

Se han reportado niveles de arsénico elevados de origen geológico en acuíferos de la Amazonía occidental y concentraciones relativamente altas en el petróleo crudo. Sin embargo, la fuente de arsénico en el área de estudio sigue siendo desconocida.

CADMIO

Un 2% de la población infantil y el 13% de la adulta presentaron niveles urinarios de cadmio por encima del valor de referencia. Las concentraciones aumentaron con la edad en los adultos y fueron mayores en las mujeres.

Los niveles más altos se observaron en el pueblo Achuar y entre los habitantes de los alrededores de Corrientes y el Tigre, las dos cuencas con mayor actividad petrolera de las cuatro estudiadas.

Los niveles de cadmio elevados también se asociaron con la proximidad de los hogares o las huertas a lugares en los que se había vertido petróleo.

El consumo de verduras contaminadas es una vía conocida de exposición al cadmio. Los niveles de cadmio en orina también se asociaron con el haber participado en actividades de limpieza y remediación de esos vertidos en los seis meses previos a la realización del estudio.

El patrón observado en el estudio de altas concentraciones para todos los metales parece estar vinculado a la contaminación que genera la actividad humana, en particular la extracción de petróleo.


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