MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
Uno de cada 12 hospitales en todo el mundo -es decir, 16.245 centros- podría enfrentarse al cierre parcial o total a finales de este siglo por episodios meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático si no se eliminan progresivamente las emisiones de combustibles fósiles.
Esa es la conclusión de un nuevo informe elaborado por XDI (Cross Dependency Analysis), organización dedicada al análisis de riesgos climáticos físicos.
Los resultados del informe fueron dados a conocer este sábado, antes de que mañana se celebre el Día de la Salud en la 28ª Cumbre del Clima -conocida como COP28- en Dubái (Emiratos Árabes Unidos).
La investigación evalúa cómo afectarían las emisiones continuadas de gases que calientan el planeta a las inundaciones, la subida el nivel del mar, el riesgo de incendios y las tormentas en las ubicaciones de cerca de 200.000 hospitales.
Sus resultados están disponibles a escala mundial, regional, nacional y local, con datos de hospitales concretos. Los mayores riesgos están en los países de ingresos bajos y medianos.
El informe concluye que, si no se eliminan rápidamente las emisiones fósiles, hasta uno de cada 12 hospitales en todo el mundo (es decir, 16.245 centros) corren un alto riesgo de cierre total o parcial por fenómenos climáticos extremos a finales de este siglo.
Esto es casi el doble de los hospitales que actualmente se encuentran en alto riesgo de cierre. Un edificio residencial o comercial con ese nivel de riesgo se consideraría no asegurable.
ESPAÑA
En España, 35 hospitales correrían un alto riesgo de sufrir daños por fenómenos meteorológicos extremos en 2100 si las emisiones son elevadas, con un aumento del 172% en el riesgo de daños a las infraestructuras hospitalarias.
“El cambio climático está afectando cada vez más a la salud de las personas en todo el mundo. ¿Qué sucede cuando el clima severo provoca también el cierre de hospitales? Nuestro análisis muestra que, sin una rápida eliminación gradual de los combustibles fósiles, los riesgos para la salud mundial se exacerbarán aún más, ya que miles de hospitales se vuelven incapaces de brindar servicios durante las crisis”, según Karl Mallon, director de Ciencia y Tecnología de XDI.
Los 16.245 hospitales en alto riesgo de cierre por la crisis climática necesitarán adaptarse, cuando no reubicarse. El 71% de ellos (11.512) se encuentran en países de ingresos bajos y medianos.
El análisis constata que los riesgos para los hospitales serían mucho menores con una eliminación rápida de los combustibles fósiles. Con una rápida reducción de las emisiones que limite el calentamiento global a 1,8 grados con respecto a los niveles preindustriales, los daños previstos para los hospitales a finales de siglo serían la mitad de los esperados si las emisiones son elevadas.
Si las emisiones son altas, el riesgo de daños a los hospitales de todo el mundo debido a condiciones climáticas extremas aumentará más de cuatro veces (311%) a finales de siglo. En un escenario de bajas emisiones, este aumento del riesgo se reduce al 106%.
SUDESTE ASIÁTICO
Actualmente, el sudeste asiático tiene el porcentaje más alto del mundo de hospitales con alto riesgo de sufrir daños por fenómenos climáticos extremos. Con altas emisiones, casi uno de cada cinco (18,4%) en esa región correrá un alto riesgo de cierre total o parcial a finales de siglo.
El sur de Asia tiene el mayor número de hospitales en riesgo, lo que refleja la elevada población. Esa región concentra un tercio de todos los centros hospitalarios con mayor riesgo de cierre en el mundo (3.357) en 2050 si las emisiones son altas. Para 2100, esta cifra podría aumentar a 5.894.
Los hospitales ubicados en las costas y cerca de los ríos corren mayor riesgo de cierre. Hoy en día, las inundaciones fluviales y superficiales dominan el riesgo de daños a los centros hospitalarios. Hacia finales de siglo, las inundaciones costeras aumentan rápidamente (exacerbadas por el aumento del nivel del mar) y se convertirían en el peligro más importante después de las inundaciones fluviales en 2100.
“Los gobiernos tienen el deber para con las poblaciones de garantizar la prestación continua de servicios críticos. Que los gobiernos individuales no tomen medidas o que la comunidad global no apoye a los gobiernos necesitados es un descarado desprecio por el bienestar de sus ciudadanos”, concluye Mallon.
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