MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha dicho este lunes que el hecho de que Occidente haya tomado decidido comenzar a entrenar a pilotos ucranianos en el uso de los cazas estadounidenses F-16 es una “señal” para el presidente ruso, Vladimir Putin, de que están dispuestos a poner freno a sus aspiraciones en Ucrania.
“Esta es una señal para el presidente ruso, que no espere lograr su objetivo simplemente librando una guerra que dure el mayor tiempo posible. Los aliados están listos para brindar apoyo a largo plazo a Ucrania”, ha dicho Scholz, en una entrevista para el canal alemán Welt TV.
Scholz ha explicado que ante la falta de cazas F-16 en sus hangares, Alemania –segundo socio que más ayuda militar y financiera brinda a Ucrania– no entrenará pilotos ucranianos en el manejo de estos aviones y centrará sus esfuerzos en el envío de defensas aéreas, vehículos blindados y artillería pesada.
Asimismo, ha insistido en que la paz pasa por que Rusia ponga fin a las hostilidades, retire a las tropas y se olvide de sus aspiraciones de incorporar una parte del territorio ucraniano al suyo. “El Kremlin no debe tener éxito porque viola la paz internacional y pone en peligro la seguridad en el mundo”.
No obstante, Scholz también ha destacado la necesidad de que este apoyo del que se beneficiará Ucrania no implique a largo plazo un enfrentamiento directo con la OTAN, por lo que es “importante” que todas las iniciativas en este sentido se desarrollen de manera conjunta entre los Estados de la Alianza.
“Es importante que actuemos solo de acuerdo entre nosotros, sin iniciativas ‘nacionales’ y así nos aseguramos de que no haya una escalada que lleve a una guerra entre Rusia y la OTAN”, ha dicho Scholz.
Cuestionado sobre la adhesión ucraniana en la OTAN, Scholz ha señalado que “no sucederá en un futuro cercano” porque por el momento el grupo exige una serie de criterios que Ucrania “no puede cumplir en estos momentos”.
Así pues, confía en que la próxima cumbre de la OTAN que se celebra en julio en la capital de Lituania, Vilna, sirva para tratar asuntos de seguridad que beneficiarán a Ucrania, como la cantidad y el tipo de armamento que seguirá recibiendo una vez finalice la invasión rusa.
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