La ONG reclama que no se usen “armas explosivas” en zonas pobladas y el fin “inmediato” de los combates
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
La organización no gubernamental Save the Children ha pedido al Ejército de Sudán y a las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) que adopten “todas las precauciones necesarias” para proteger a los civiles y han alertado del riesgo que suponen los combates para los niños sudaneses, en medio de unos enfrentamientos que dejan ya cerca de cien civiles muertos.
“Mientras duren los combates, existe la obligación legal internacional de tomar todas las precauciones necesarias para proteger a los civiles y los bienes de carácter civil, incluidas las escuelas y los hospitales, que están protegidos por el Derecho Humanitario”, ha dicho el director de Save the Children en Sudán, Arshad Malik.
Así, ha subrayado que “también debe evitarse el uso de armas explosivas en zonas pobladas, ya que se corre el riesgo de causar graves daños a los civiles, en particular a los niños y niñas”. “Hacemos un llamamiento a todas las partes en conflicto para que detengan los combates inmediatamente, antes de que se pierdan más vidas”, ha agregado.
En esta línea, la directora en funciones de Incidencia, comunicación y campañas de Save the Children, Katharina von Schroeder, ha afirmado que “las explosiones no han cesado desde el sábado por la mañana”. “Hacemos todo lo posible por proteger a los niños y niñas de los acontecimientos, pero empiezan a preocuparse”, ha dicho Von Schroeder, quien se encontraba el sábado con su hijo de ocho años en una escuela de Jartum junto a otros padres y menores cuando estallaron los combates.
“Por la mañana, oímos fuertes bombardeos y explosiones cerca y nos refugiamos durante algún tiempo en el sótano. Después, encontramos dos balas perdidas de fusil en el exterior”, ha explicado desde la escuela, de donde no ha podido salir a causa de los enfrentamientos, tal y como ha indicado Save the Children a través de un comunicado.
“Todavía es muy pronto para predecir cómo evolucionará la situación, pero el conflicto agravará una realidad ya de por sí grave en el país. Los niños y niñas de Sudán ya llevan años expuestos a las consecuencias del conflicto y del cambio climático, y nos preocupa profundamente este repunte de la violencia”, ha zanjado Von Schroeder.
El Comité de Médicos Sudaneses ha señalado en su último balance que los enfrentamientos entre el Ejército y las RSF se han saldado hasta ahora con 97 civiles muertos y 942 heridos, la mayoría de ellos en la capital sudanesa. Asimismo, ha vuelto a hacer un llamamiento para “detener esta guerra inmediatamente” y permitir “que se abran pasos seguros para evacuar” a heridos y atrapados.
Las principales organizaciones civiles y partidos políticos de Sudán han reclamado al unísono durante el fin de semana no solo el fin de los combates, sino también el final de la “militarización” que ha dominado “el espacio público” el país durante décadas y, en particular, desde el derrocamiento hace cuatro años del dictador Omar Hasán al Bashir tras una revolución en la que los civiles fueron parte instrumental.
El país africano estaba gobernado antes del estallido de los combates por una junta liderada por el general Abdelfatá al Burhan que tenía como ‘número dos’ al cabecilla militar de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’. Las discrepancias entre ambos sobre la integración paramilitar en un futuro Ejército unificado –acuerdo previo a la formación de un nuevo gobierno de unidad liderado por civiles– acabaron degenerando en este conflicto.
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