MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
El Sindicato de Enfermería (Satse) ha interpuesto una queja formal ante el Defensor del Pueblo contra los Ministerios de Sanidad y Transición Digital y Función Pública y los gobiernos autonómicos “por desarrollar una política de recursos humanos” de “sobrecarga laboral permanente y maltrato institucional” que según el sindicato vulnera derechos fundamentales de las enfermeras consagrados en la Constitución Española.
El sindicato pide a la institución que promueva las acciones “para salvaguardar los derechos fundamentales de las enfermeras frente a las administraciones públicas”. La organización sindical argumenta que, tanto el Gobierno central como los autonómicos, están vulnerando los derechos constitucionales a la vida e integridad física (artículo 15); a la seguridad e higiene en el trabajo (art. 40.2), a la protección de la salud (art.43) y a la dignidad de la profesión y de sus condiciones laborales (10.1).
En su exposición de motivos, el sindicato subraya que la manifiesta “pasividad institucional” en la aplicación de soluciones para reducir la sobrecarga de trabajo que sufren las enfermeras.
Satse recuerda que viene solicitando desde hace años a las diferentes administraciones que palíen los “riesgos psicosociales” que sufren las enfermeras. Al respecto, incide en que “las elevadas exigencias inherentes a la actividad asistencial y la exposición habitual a situaciones de alto impacto emocional, angustia y duelo generan, con mucha frecuencia, situaciones de estrés que pueden ocasionar el síndrome de ‘burnout’ o síndrome del profesional quemado”.
Algunos factores, además de la falta de plantillas “suficientes”, son la “frecuente rotación” entre puestos de trabajo “debido a la inestabilidad laboral derivada de contratos cortos y de las exigencias impuestas por las necesidades del servicio que les obligan incluso a pasar por más de una unidad en un mismo turno”.
TRAUMA SECUNDARIO
También resalta que la mayoría de las enfermeras presentan el denominado “trauma secundario”, al estar expuestas de manera continua al sufrimiento de sus pacientes. Se trata del proceso por el cual “un individuo que observa el sufrimiento de otro experimenta paralelamente las mismas respuestas emocionales a las emociones reales o esperadas de la otra persona”.
Otro “estresor” destacado por el sindicato es la ‘doble jornada’ al que están expuestas mayoritariamente las mujeres enfermeras que tienen que compaginar la jornada laboral y familiar con los consiguientes problemas de conciliación existentes motivados por el trabajo a turnos, en festivos y por las noches o por las necesidades del servicio.
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