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Sara Sorribes se despide de París en el duelo maratoniano ante Beatriz Haddad Maia

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MADRID, 5 (EUROPA PRESS)

La tenista española Sara Sorribes se ha despedido del torneo de Roland Garros, segundo ‘Grand Slam’ de la temporada y disputado sobre tierra batida, tras sufrir la remontada de la brasileña Beatriz Haddad Maia (6-7(3), 6-3, 7-5) en el maratoniano duelo de octavos de final, que se extendió por casi cuatro horas.

La castellonense, actual número 132 del ranking WTA, llegó a tener contra las cuerdas a la decimocuarta raqueta mundial, que se vio un set abajo y 3-0 en el segundo, con cuatro bolas de 4-0 para Sorribes. Sin embargo, su resistencia condenó a la española, que aun así sobrevivió a tres ‘match ball’.

En el duelo en la Suzanne Lenglen, Sorribes, de vuelta a la competición en abril tras medio año fuera por una lesión en el escafoides del pie derecho, vio cómo se le complicaba el panorama después de que la sudamericana firmase dos roturas para poner el 5-2 en el marcador en la primera manga.

A pesar de ello, resistió y ganó los tres siguientes juegos para equilibrar la contienda, y tras dos nuevos ‘breaks’ el parcial se tuvo que resolver en el ‘tiebreak’, donde Sorribes se mostró más fiable. Había pasado ya hora y cuatro de partido.

La española arrancó firme el segundo set (3-0) y llegó a gozar de hasta cuatro pelotas para poner el 4-0, pero llegó la reacción de Haddad Maia. La brasileña ganó los seis juegos restantes y con ello forzó la tercera manga.

En ella, la sudamericana comenzó con quiebre, al que respondió Sorribes con un ‘contrabreak’. Otra rotura en el quinto juego permitió a Haddad Maia disponer de hasta tres ocasiones para cerrar el partido con 5-3, que la española neutralizó.

Sin embargo, Sorribes claudicó en la cuarta, en el definitivo duodécimo juego, después de haber logrado la mitad de golpes ganadores (65-35) y de errores no forzados (65-31) que su rival.

De esta manera, el duelo se cerró tras tres horas y 51 minutos de juego, lo que lo convierte en el partido más largo del año en el circuito femenino y en el tercero más largo de la historia del torneo en categoría femenina -solo por detrás del Buisson-Van Lottum de 1995 (cuatro horas y siete minutos) y del Melville-Teeguarden de 1972 (tres horas y 55 minutos), ambos de primera ronda-.


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