MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El Sistema Nacional de Salud (SNS) ha incorporado el tratamiento con ‘Trodelvy’ (sacituzumab govitecán) después de que el pasado 28 de octubre la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIMP) diera luz verde a la financiación pública de este tratamiento para los pacientes con cáncer de mama triple negativo metastásico (CMTNm), siempre que hayan recibido dos o más tratamientos sistémicos previos, al menos uno de ellos para la enfermedad avanzada.
Esta terapia fue autorizada por la Comisión Europea para esta indicación en noviembre de 2021, convirtiéndose en una nueva opción de tratamiento para las personas que padecen esta enfermedad en Europa y, desde hoy, también en España a través del SNS.
“Nos alegra enormemente que el Sistema Nacional de Salud incorpore nuestro producto, ‘Trodelvy’, a la prestación farmacéutica. Nuestro fármaco supone una esperanza para las pacientes con cáncer de mama triple negativo metastásico, el subtipo de cáncer de mama más agresivo y difícil de tratar. Después de un sólido programa de desarrollo clínico se ha demostrado que ‘Trodelvy’ incrementa la supervivencia global en más del 70 por ciento y mejora significativamente la calidad de vida en comparación con la quimioterapia”, ha comentado la vicepresidenta y directora general de Gilead España, María Río.
El CMTNm es el subtipo de cáncer de mama más agresivo y representa, aproximadamente, el 12 por ciento de todos los cánceres de mama. Se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres jóvenes y premenopáusicas.
La tasa de supervivencia a cinco años de este subtipo de cáncer de mama es del 12 por ciento, en comparación con el 28 por ciento de otros tipos de cáncer de mama, y estos malos resultados suelen ir acompañados de una importante disminución de la calidad de vida, especialmente en la enfermedad recidivante/refractaria.
“Había una gran expectativa para que también en España las pacientes se pudieran beneficiar de sacituzumab govitecan, porque estas pacientes son habitualmente jóvenes y desean más vida y con mejor calidad. El cáncer de mama triple negativo metastásico tiene un pronóstico bastante reservado y es un área donde se necesitan más y mejores fármacos. No es frecuente que un tratamiento para cáncer de mama triple negativo metastásico consiga demostrar una mejoría de la supervivencia respecto a un tratamiento convencional, por lo que la posibilidad de disponer de este fármaco para tratar nuestras pacientes con cáncer de mama triple negativo es una excelente noticia que alegra no solo a las pacientes sino también a los profesionales sanitarios”, ha destacado Mafalda Oliveira, investigadora del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y miembro de la Junta Directiva del Grupo SOLTI de investigación en cáncer de mama.
Por su parte, el director del International Breast Cancer Center, Javier Cortés, ha subraya quedo “estamos ante una enfermedad incurable a día de hoy, con un pronóstico de vida menor que el de otros cánceres de mama metastásicos y, por tanto, la importancia de tener más y mejores fármacos en este contexto es una primera necesidad”.
El experto ha apuntado que “era una aprobación largamente esperada, debido a dos aspectos fundamentales: en primer lugar, el mal pronóstico que tienen los pacientes con cáncer de mama triple negativo que han recibido tratamiento previo y el tumor ha empeorado a pesar del mismo, y, en segundo lugar, dada la actividad que sacituzumab govitecán ha demostrado en este grupo de pacientes, tanto en términos de respuestas globales como control de enfermedad y como mejoría de la supervivencia”.
La incorporación de esta innovación al SNS se produce tras la presentación, el pasado mes de junio, de los datos finales del estudio de fase 3 ‘ASCENT7’ de sacituzumab govitecán en pacientes con CMTNm en recaída o refractario que recibieron dos o más terapias sistémicas, al menos una de ellas para la enfermedad metastásica.
En un análisis de seguimiento, demostró mejorar la mediana de supervivencia libre de progresión en comparación con la quimioterapia elegida por los médicos (4,8 frente a 1,7 meses) y alargar la mediana de supervivencia global (SG) en casi cinco meses (11,8 vs. 6,9 meses) en la población estudiada.
La tasa de SG a dos años fue del 20,5 por ciento en el brazo de este fármaco, en comparación con el 5,5 por ciento en el brazo que recibió la quimioterapia seleccionada por los médicos.
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