Ampliar las medidas de alivio a hipotecas y el despliegue de los fondos europeos, entre sus retos para esta legislatura
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha apostado por Nadia María Calviño Santamaría para que vuelva a estar al frente de la política económica de España y de una de las vicepresidencias del Ejecutivo, a la espera de conocer el próximo 8 de diciembre quién presidirá el Banco Europeo de Inversiones (BEI), puesto al que aspira la vicepresidenta.
Pedro Sánchez ha vuelto a elegir la ortodoxia de Calviño para que guíe la política económica esta legislatura, aunque su permanencia en el Ejecutivo español dependerá de las votaciones a la Presidencia del BEI.
Pese a ello, el jefe del Gobierno ha vuelto a confiar en Calviño para encabezar el Ministerio de Asuntos Económicos, que ya no asumirá las competencias de Transformación Digital, valorando la experiencia de la gallega en las instituciones europeas e internacionales a lo largo de su carrera.
Nacida en A Coruña, Calviño (1978) es hija del que fue director general de RTVE entre 1982 y 1986, José María Calviño, y es licenciada en Economía por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho por la UNED, y pertenece al Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado.
Calviño ya ocupó cargos de responsabilidad en el Ministerio de Economía, ya que fue directora general de Defensa de la Competencia, dependiente del departamento económico, entre mayo de 2004 y agosto de 2006, durante el mandato de Pedro Solbes y en un momento en la que la OPA de Endesa estaba de plena actualidad.
En Bruselas, fue subdirectora de Competencia desde septiembre de 2006 a octubre de 2010, cargo que dejó para ocupar hasta abril de 2014 el cargo de subdirectora de Mercado Interior y Servicios. Desde mayo de 2014 hasta 2018, cuando entró en el Ejecutivo de Pedro Sánchez, era la directora general de Presupuestos de la Comisión Europea.
Estos últimos años, su papel internacional ha ganado protagonismo, tras ser nombrada entre 2021 y 2023 presidenta del Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC, por sus siglas en inglés), que asesora al Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la supervisión y la gestión del sistema monetario y financiero internacional.
Además, recientemente con la presidencia española del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023, Calviño ha liderado las conversaciones sobre la reforma de las reglas fiscales de la UE, negociaciones que aún no logran cerrarse porque las posiciones de algunos países permanecen todavía alejadas, como es el caso de Alemania y Francia, entre otros.
Se espera, en todo caso, que en la próxima reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE, que se celebrará el próximo 8 de diciembre, se pueda poner sobre la mesa un texto legislativo para el acuerdo entre los Veintisiete.
Ese día, además, se prevé la votación a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), puesto al que aspira Calviño. Se disputa ser la sucesora de Werner Hoyer al frente del BEI con la hasta ahora vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea responsable de Competencia, la liberal danesa Margrethe Vestager. Junto a ellas se mantienen en la carrera la polaca Teresa Czerwinska, el italiano Daniele Franco y el sueco Thomas Östro.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha garantizado el apoyo de Alemania a la candidatura de Calviño, un voto muy importante para España porque es de los que más peso tendrá en la votación.
De ser elegida presidenta del BEI, Calviño podría permanecer en el Ejecutivo español hasta el 31 de diciembre, para empezar el 1 de enero su mandato al frente del banco.
RETOS DE LA CARTERA ECONÓMICA EN ESPAÑA
Calviño se enfrenta a un escenario internacional incierto, marcado por los conflictos geopolíticos, la escalada de precios, los elevados tipos de interés y la reactivación de las reglas fiscales europeas, suspendidas desde 2020 por la pandemia y el impacto de la guerra en Ucrania.
Pese a ello, lo que ha dejado claro desde hace meses es que las cuentas públicas de 2024 se elaborarán en base a la responsabilidad fiscal. De hecho, el plan presupuestario remitido ya a Bruselas el pasado mes de octubre ya incluye una previsión de déficit en el entorno del 3% para el año próximo –en línea con lo que fijarán las reglas europeas– y una ratio de deuda pública el próximo año del 106,3%, lo que supondrá una reducción de 14 puntos respecto a su valor en 2020.
Ello estará asentado sobre un escenario macroeconómico que apunta a un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2% el próximo año, la creación de 700.000 empleos en 2023 y 2024 y un aumento de la recaudación impositiva del 7,5%.
Uno de los primeros retos a los que hará frente Calviño, según ella misma ha prometido, es al impacto de la subida de los tipos de interés en las finanzas de las familias.
MEDIDAS EN MATERIA FINANCIERA
Así, pretende convocar “en cuanto se forme el Gobierno” a la banca para poder ampliar las medidas y los beneficios del Código de Buenas Prácticas a las rentas medias para la reestructuración viable de las deudas con garantía hipotecaria sobre la vivienda habitual.
La propuesta de los socialistas se basa en extender el plazo de las hipotecas hasta siete años a hogares con rentas iguales o inferiores a 37.800 euros al año –renta media del país–, lo que supondría un ahorro de 300 euros al mes y 3.600 euros al año.
Se ampliaría así el Código de Buenas Prácticas para la reestructuración viable de las deudas con garantía hipotecaria sobre la vivienda habitual, con el objetivo de que esas familias con rentas medias puedan ampliar su hipoteca siete años o congelar el pago de la cuota durante el primer año.
También en lo que respecta al sector financiero, el Ministerio de Asuntos Económicos tiene por delante reactivar la tramitación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, que quedó paralizada por la disolución de las Cortes al convocarse elecciones anticipadas.
En tercer lugar, la otra gran medida pendiente respecto al sector financiero será la decisión sobre el impuesto extraordinario que grava los ingresos de la banca. El acuerdo programático del PSOE y Sumar contempla mantener este impuesto una vez expire su periodo de aplicación actual. Junto con el impuesto a las energéticas, el Gobierno ha recaudado este año unos 2.900 millones de euros por estas figuras impositivas.
FONDOS UE
Además, Calviño seguirá desplegando los fondos europeos ‘Next Generation EU’, después de que Bruselas desbloqueara otros 93.500 millones del fondo anticrisis para España y permitir la puesta en marcha de la segunda fase del Plan de Recuperación, Trasnformación y Resiliencia para el período 2023-2026, que incluye transferencias adicionales y préstamos.
Con estos fondos incluido en la adenda al Plan se movilizarán 84.000 millones de euros en préstamos, 7.700 millones de euros de transferencias adicionales y casi 2.600 millones de euros del nuevo mecanismo REpowerEU. Estos recursos son adicionales a los 70.000 millones de euros de la primera fase del Plan, aprobada el 13 de julio de 2021.
La adenda concentrará las inversiones y reformas en el impulso de la industrialización y autonomía estratégica en los ámbitos de la energía, agroalimentario, industrial, tecnológico y digital, reforzando las inversiones de los 12 proyectos estratégicos (PERTE) ya aprobados y en marcha.
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