MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
La Confederación Salud Mental España y la Fundación Vicente Ferrer han firmado un convenio de colaboración con el objetivo de impulsar proyectos de reconstrucción de la zona afectada por la dana en la Comunidad Valenciana, así como ofrecer apoyo psicosocial y gestión emocional a las personas que se han visto afectadas por esta catástrofe en diferentes ámbitos de la zona.
Para ello, la Fundación Vicente Ferrer ha realizado una aportación económica con la meta de poner en marcha dichos proyectos, en colaboración con la confederación, según precisaron este miércoles ambas entidades en un comunicado.
Tras la rúbrica, el presidente de Salud Mental España, Nel González Zapico, subrayó que esta colaboración “supone un hito muy importante”, ya que la “dilatada experiencia” de la Fundación Vicente Ferrer en la ayuda humanitaria, unida al “firme compromiso” de la confederación “con el bienestar de las personas más vulnerables”, permitirán que ambas entidades contribuyan a “mejorar la salud mental de quienes se han visto afectadas y afectados por la dana, una catástrofe sin precedentes en nuestro país”.
González añadió que “el apoyo psicosocial es clave ahora mismo” y dijo “esperar” que el trabajo conjunto de la confederación y la fundación “se traduzca en una mejora de la situación emocional de estas personas y en ayudarles a encontrar esperanza en estos tiempos difíciles”.
Por parte de la Fundación Vicente Ferrer, su gerente, Carles Coarasa Pérez, juzgó “fundamental participar en la reconstrucción a través del tejido comunitario de Valencia, porque la recuperación no solo pasa por reconstruir lo material, sino también por fortalecer a las personas y las redes de apoyo que sostienen a la comunidad”. “Colaborar en el ámbito del apoyo psicosocial es determinante para que las personas damnificadas puedan afrontar las secuelas emocionales de la dana con acompañamiento y herramientas que les ayuden a seguir adelante”, abundó.
RESPUESTA INTEGRAL
En la misma línea, la directora general de la fundación, Luz María Sanz Masedo, resaltó que este convenio les “permite impulsar una respuesta integral, que no solo atiende la emergencia emocional de las personas afectadas, sino que también apuesta por generar aprendizajes colectivos que perduren en el tiempo”.
“La sinergia entre nuestra experiencia en cooperación y el conocimiento de Salud Mental España en el ámbito psicosocial es una gran oportunidad para contribuir a un modelo de recuperación basado en la resiliencia y el bienestar comunitario”, sentenció.
TRES PROYECTOS EN 2025
La colaboración de ambas entidades se materializa en tres proyectos, el primero, el establecimiento y desarrollo de una comunidad de aprendizaje con las asociaciones que agrupan a las personas damnificadas de la dana, el volcán de La Palma y el terremoto de Lorca.
El objetivo es crear un espacio de conocimiento compartido en el que se promueva la generación de buenas prácticas y de la comunidad de aprendizaje surgirán criterios para el diseño de herramientas, metodologías y sistemáticas para el desarrollo de grupos de apoyo dirigidos a la gestión del estrés y fomento de la resiliencia de la población.
También se deriva de esta iniciativa la elaboración de materiales específicos para la puesta en marcha del segundo proyecto, los grupos de apoyo mutuo de personas afectadas por la dana.
La meta es generar espacios de apoyo emocional y de intercambio de experiencias y ayuda mutua entre iguales. Serán entornos seguros para personas de diferentes perfiles, en los que se contarán con recursos de apoyo que darán respuesta a las necesidades específicas de las personas participantes, con la pretensión de mejorar su bienestar.
Para ello, se impartirá formación a personas facilitadoras en función de las distintas temáticas seleccionadas por la comunidad de aprendizaje.
IMPACTO EN LA SALUD MENTAL
Por último, se desarrollará un estudio sobre el impacto en la salud mental de la población afectada por la dana y su relación con el bienestar.
En concreto, se generarán espacios en los que puedan participar personas con experiencia propia en salud mental que hayan sido afectadas por la catástrofe, sus familiares y diferentes agentes implicados.
El objetivo es ofrecer respuestas y recomendaciones que favorezcan la promoción de la salud mental y la prevención de la exclusión, siempre desde una perspectiva de género.
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