MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, reivindicó este lunes el Laboratorio de Políticas de Inclusión como “el mejor ejemplo” de que, “bien diseñadas”, las políticas sociales “son una inversión y no un gasto”.
Así lo defendió durante su intervención en un conversatorio en el Banco Europeo de Inversiones, en Luxemburgo, junto a su presidenta, Nadia Calviño, en el que abordaron los resultados de dicho laboratorio y ambas coincidieron en la importancia de la evaluación científica para orientar “adecuadamente” las políticas públicas y hacerlas “más rentables”, según precisó Inclusión en un comunicado.
La ministra explicó a la presidenta del BEI esta iniciativa vinculada al Ingreso Mínimo Vital (IMV), que promueve la generación y el uso de evidencia científica en la formulación de políticas sociales en España.
A este respecto, aseveró que la “relevancia” del laboratorio “reside en que permite ver qué políticas funcionan y qué no funciona para promover la inclusión real de las personas en peligro de exclusión social”. “Cada vez es más claro que las políticas sociales bien dirigidas no son un gasto, son una inversión con un retorno para la sociedad”, abundó.
Tras puntualizar que, durante sus primeros meses como ministra, ha conocido a “varias personas a las que estos proyectos les ha cambiado la vida”, lo que, a su juicio, “es lo que da sentido a las políticas públicas”, Saiz aseguró que el laboratorio “ha evidenciado con datos que asegurar una garantía mínima de ingresos mínimos es necesario, pero no suficiente”.
“Gracias a la colaboración de comunidades, ayuntamientos y organizaciones sociales, hemos podido desarrollar una experiencia con la que hemos identificado las mejores prácticas y los resultados que garantizan las políticas sociales más eficaces”, destacó, convencida de que “tanto las conclusiones que ha arrojado el laboratorio como la propia forma de evaluación y de funcionamiento son exportables a otras organizaciones”.
DAR CONTINUIDAD AL LABORATORIO
En este sentido, Elma Saiz recordó que el comisario Nicolas Schmit le ha trasladado su intención de estudiar nuevas vías de financiación para dar continuidad al Laboratorio de Políticas Públicas de Inclusión y que la iniciativa también ha “suscitado interés” en instituciones como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo y su valor “fue destacado” por el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Gutérres.
El Ministerio puso en marcha el Laboratorio de Políticas de Inclusión en 2021 para evaluar “rigurosamente” una serie de programas piloto de inclusión social destinados a “reforzar” el “efecto” del IMV en el “alivio” de la pobreza.
Gestionado en asociación con J-PAL Europe y Cemfi, el laboratorio reúne a un grupo de investigadores “líderes”, responsables políticos e instituciones del tercer sector para trabajar colectivamente hacia esta misión y, hasta ahora, ha supervisado 32 evaluaciones aleatorias de dichos programas.
Las evaluaciones realizadas entre 2022 y 2024 analizaron cuestiones como el impacto de las tutorías presenciales y en línea, la importancia del apoyo personalizado e intensivo a los solicitantes de empleo y las medidas para aumentar la utilización de las prestaciones sociales.
Entre las recomendaciones de la evaluación, los expertos abogan por la atención personalizada en la inserción laboral y las actuaciones integrales en distintos ámbitos, reforzar la inversión en educación, mejorar la formación digital o tejer redes comunitarias que actúen como “palancas para la inclusión”.
Los resultados de los proyectos se resumen en el Informe ‘Palancas para la Inclusión: Recomendaciones del Laboratorio de Políticas de Inclusión en base a la Evidencia Científica’, según el cual el acompañamiento de los beneficiarios del IMV “permite multiplicar sus efectos como palanca de inclusión”.
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