MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
El consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, espera que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) extienda su análisis sobre la opa hostil lanzada por el BBVA a fase dos, lo que retrasará su decisión al menos hasta la primavera de 2025.
Así lo sostuvo González-Bueno en una conferencia organizada por Bank of America en Londres, donde participaron el primer ejecutivo de Banco Sabadell y el director financiero, Leopoldo Alvear.
De esta manera, González-Bueno responde al consejero delegado de BBVA, Onur Genç, quien ayer, miércoles, defendió en ese mismo foro que el precedente de Bankia y CaixaBank facilitará que la CNMC apruebe la operación en fase uno.
A este respecto, los ejecutivos del Sabadell defendieron que “no existen antecedentes de opas no solicitadas sobre el 100% del capital en los últimos 20 años en España”.
Además, sostuvieron que Banco Sabadell y BBVA son dos entidades con una gran relevancia en pymes, un segmento de una importancia crucial en España que resultaría muy perjudicado al reducirse la competencia en el sector.
Por ello, advirtieron sobre el alto riesgo de ejecución de la operación, tanto por la dificultad para conseguir todas las autorizaciones y respaldo accionarial necesarios para llevarla a cabo, como por el prolongado periodo que supondría.
En concreto, González-Bueno alertó sobre “la elevada incertidumbre” que implicaría un escenario en el que los accionistas de Banco Sabadell tuvieran que decidir si aceptan o no la oferta de BBVA antes de conocer las condiciones que impone la CNMC.
De las dificultades del proceso también hizo especial hincapié en la “escasez” y “falta de claridad” en la información puesta a disposición por BBVA, con “muchos cambios”, como las sinergias que obtendría en el probable escenario de que el Ministerio de Economía no aprobara la fusión, el coste real de capital de la operación tanto si hubiera fusión como si no la hubiera, el número de sucursales que pretende cerrar y el número de empleados afectados, entre otros datos.
“Todo ello cambiaría el valor de la oferta y deben ser riesgos a analizar por parte de los accionistas a la hora de tomar una decisión fundada sobre su inversión”, concluyó.
También afirmó que “esta oferta no tiene un precio asumible”, ya que en la actualidad es sustancialmente inferior a la original debido a la volatilidad de las acciones de BBVA, que hoy en día están un 11% por debajo, y que ya fue rechazado por el consejo de administración de Banco Sabadell por infravalorar a la entidad y sus perspectivas futuras.
En esta línea, incidió en la volatilidad del precio ofertado, dado que al ser una oferta en acciones y no en efectivo depende de la cotización de BBVA, que en este periodo de oferta ha llegado a desplomarse hasta un 21% en algunos momentos.
Por último, González-Bueno aseguró que los accionistas de la entidad tendrán una retribución recurrente y sostenible a largo plazo con el proyecto en solitario del banco, gracias a “sus excelentes perspectivas de rentabilidad recurrente, a su estrategia perfectamente definida y a su mínima exposición a mercados de alta volatilidad”.
De partida, recordó que el banco entregará a sus accionistas en los próximos 18 meses una cuantía equivalente a alrededor del 30% de su valor en Bolsa. En concreto, percibirán 2.900 millones de euros con cargo a los resultados de 2024 y 2025, lo que supone 53 céntimos por acción.
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