MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Rusia han afeado este miércoles la decisión de Moldavia de expulsar a un empleado de la Embajada rusa en Chisináu, pues consideran que es un paso más hacia el desmantelamiento de las relaciones bilaterales.
“La decisión de expulsar al diplomático ruso fue otra confirmación del curso de las actuales autoridades moldavas para desmantelar la cooperación ruso-moldava, que tiene un carácter multifacético y profundas raíces históricas”, ha dicho la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova.
Según la representante rusa, Moldavia se ha visto influenciada por agentes extranjeros para tomar esta decisión, que se enmarca dentro de una “campaña activa antirrusa” impulsada tanto por las autoridades “pro-occidentales” como por los medios de comunicación.
Zajarova ha acusado a los medios de comunicación de difundir sin fundamento la idea de que Rusia supone una amenaza militar para Moldavia, y que Rusia podría inmiscuirse en los asuntos internos del país. “Esta exageración sin fundamento no está respaldada por ningún hecho”, ha incidido.
“Sus verdaderos objetivos son desviar la atención de los ciudadanos de la extremadamente difícil situación política y económica interna del país, a la que las actuales autoridades de Chisináu no pueden hacer frente”, ha aseverado Zajarova.
Finalmente, la portavoz diplomática rusa ha concluido que Moldavia está poco a poco destruyendo los vínculos tradicionalmente amistosos entre dos países cercanos, plegándose así a los intereses de países occidentales.
El Ministerio de Exteriores de Moldavia declaró el lunes ‘persona non grata’ a un empleado de la Embajada rusa en Chisináu por haber violado lo dispuesto en la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
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