KIEV, 9 (DPA/EP)
El gobernador de la región ucraniana de Jersón, Yaroslav Yanushevich, ha denunciado bombardeos rusos con munición incendiaria contra la capital homónima tras el fin de las 36 horas de tregua anunciada por Moscú con motivo de la Navidad ortodoxa.
Yanushevich ha informado de que los ataques no han causado víctimas, pero ha recordado que la Convención de Ginebra prohíbe el uso de munición incendiaria contra objetivos civiles.
Las fuerzas rusas han disparado obuses contra otros territorios controlados por las fuerzas ucranianas como la ciudad de Zaporiyia o varias localidades de la región de Dnipropetrovsk. Una persona ha muerto en ataques nocturnos sobre Járkov.
Mientras, en Kramatorsk y Kostiantinivka –en Donetsk– se han registrado impactos de misiles con el resultado de un muerto y ocho heridos, según un portavoz presidencial, Kirilo Timoshenko.
Además, la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, ha reconocido que sus militares están en una situación “difícil” por la acumulación de tropas rusas en el frente de Soledar, cerca de Bajmut, una línea fundamental para la defensa de las localidades de Sloviansk y Kramatorsk. Maliar ha denunciado el uso de infantería regular y de mercenarios del Grupo Wagner.
En esa línea, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha anunciado el envío de refuerzos a la región de Bajmut, y Kiev ha asegurado que ha bombardeado 21 objetivos con su aviación.
Por otra parte, este domingo las autoridades prorrusas de Lugansk han denunciado un “sabotaje” en la forma de detonación de una tubería de gas natural que ha dejado sin suministro a más de 13.000 clientes de nueve localidades.
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