MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El embajador ruso en Chisináu, Oleg Vasnetsov, ha acusado este viernes al Gobierno de Moldavia de “desmantelar las relaciones bilaterales con Moscú” tras la reciente orden de expulsión de uno de sus diplomáticos del territorio moldavo debido a un supuesto caso de espionaje.
Vasnetsov ha asegurado que las autoridades moldavas ya tenían decidido declarar ‘persona non grata’ al trabajador de la Embajada incluso antes de que se culminara la investigación por posible espionaje. “Rusia, ciertamente, tomará medidas de represalia”, ha adelantado.
“Rusia siempre encuentra una respuesta adecuada. Naturalmente, habrá una respuesta, veremos qué decisión toman los dirigentes, pero en cualquier caso esto no contribuye al espíritu de comprensión mutua y cooperación normal al que instamos al liderazgo de Moldavia”, ha señalado Vasnetsov.
En declaraciones a los medios de comunicación recogidas por la agencia rusa Interfax, el máximo representante diplomático ruso en Chisináu ha lamentado que desde hace un año, “dos tercios de la Embajada rusa han sido expulsados del territorio de Moldavia con un pretexto inverosímil”.
“Nunca se recibieron pruebas de esas acusaciones, ni tampoco de expulsiones posteriores”, ha señalado un Vasnetsov que ha insistido en que Moscú considera que estas acciones “hostiles” no son propicias para el buen desarrollo de las relaciones bilaterales.
Moldavia declaró el jueves ‘persona non grata’ a un trabajador de la Embajada de Rusia en Chisináu, una medida fundamentada en una serie de “pruebas” sobre las presuntas actividades del expulsado, que habría estado desempeñando labores “incompatibles con su estatus de diplomático”, por lo que debe abandonar el territorio moldavo.
HAMBRUNA MOLDAVA DE 1947
Por otro lado, las autoridades rusas han reaccionado a los planes del Partido de Acción y Solidaridad moldavo –actualmente en el Gobierno– de reconocer como genocidio la hambruna sufrida por Moldavia entre 1946 y 1947, cuando era denominada República Socialista Soviética de Moldavia, una de las quince repúblicas integrantes de la Unión Soviética.
A este respecto se ha manifestado el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dimitri Medvedev, que ha acusado directamente a Rumanía –por aquel entonces un reino independiente– de aquella etapa de hambruna en la que se estima que fallecieron unas 115.000 personas.
“Jóvenes falsificadores de la historia (…) están tratando de convertir la tragedia contra nuestro entonces país común en una farsa, blanqueando a sus verdaderos culpables. Estos criminales son bien conocidos: el Tercer Reich, sus satélites y sus cómplices”, ha manifestado Medvedev, que incluye a Rumanía en el último grupo.
Así, el expresidente ruso ha insistido en que a mediados de la década de los años 40 “la economía de los territorios ocupados” de la república socialista moldava “fue saqueada y destruida” en una operación en la que “casi todos” los equipos industriales fueron trasladados al reino de Rumanía.
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