MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ha jurado el cargo este miércoles junto a su nuevo Gobierno tras ser elegido por cuarta vez para presidir el Ejecutivo, ahora entre recelos y críticas por su postura prorrusa en plena invasión de Ucrania.
Todos ellos han jurado el cargo ante la presidenta del país, Zuzana Caputova, en una ceremonia celebrada en el Palacio Presidencial, en Bratislava, la capital. Fico ha asegurado que esta nueva legislatura estará marcada por una política exterior “soberana” y ha agradecido a Caputova su apoyo.
“Nunca, en la historia de Eslovaquia, un gobierno ha tenido que hacer frente a una sociedad tan rota como la de hoy”, ha aseverado antes de hacer referencia a la mala situación económica y el aumento de la pobreza. “Ahora oiréis una voz soberana en el Gobierno”, ha prometido antes de incidir en que hará lo posible por que la situación mejore.
Caputova, por su parte, ha admitido que existen numerosos desafíos por delante, como el aumento de los precios de los alimentos y la energía, así como del acceso a la educación y la sanidad. Así, espera que este nuevo Gobierno “mantenga las buenas relaciones que Eslovaquia ya tiene con sus países vecinos, incluida Ucrania”, según ha recogido el diario ‘Dennik N’.
El nuevo Gabinete incluye a Juraj Blanar como ministro de Exteriores, Robert Kalinak, al frente de Defensa, Boris Susko, en Justicia, Ladislav Kamenick, que dirigirá la cartera de Finanzas, Matus Sutaj Estok como ministro del Interior, Denisa Sakova, al frente de Economía, Zuzana Dolinkova, de Sanidad y Erik Tomas, de Trabajo, entre otros.
Asimismo, Jozef Raz Jr pasará a dirigir el Ministerio de Transporte, Tomas Drucker el de Educación, y Martina Simkovicova el de Cultura tras el visto bueno de Caputova, tal y como establece la Constitución eslovaca.
La presidenta ya había confirmado previamente que había aceptado el Gobierno de coalición propuesto por Fico, que ocupa el puesto de primer ministro por cuarta vez tras su dimisión en 2018 durante una serie de protestas por el asesinato del periodista de investigación Jan Kuciak y su mujer, Martina Kusnirova. Kuciak se encontraba investigando las actividades de la mafia italiana en el país.
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