MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ratificó este martes en el Senado el calendario de cierre de las centrales nucleares ya que considera que “no ha habido cambios significativos” para plantearse una revisión.
Así se expresó Ribera en su comparecencia en la Comisión de Transición Ecológica de la Cámara Alta para presentar las líneas maestras de la legislatura, en la que se debe iniciar el cierre de las centrales en 2027, con la desconexión de uno de los reactores de Almaraz (Cáceres).
Ribera, quien cuestionó la necesidad de mantener las nucleares por el coste de gestión de los residuos y de las inversiones que se deberían realizar para prolongar su operativa, mostró su convencimiento de que van a poder ser reemplazadas por las renovables.
En esta línea, defendió que el acuerdo suscrito con las compañías propietarias de las centrales en 2019 y que contempla su cierre definitivo en 2035 suponía “un equilibrio complejo para garantizar el suministro y para que no hubiera apagones con condiciones de seguridad”.
“Mi convicción sigue siendo que este es el calendario que manejan los propietarios”, añadió Ribera, quien advirtió de que “lo peor que se puede hacer” es lo que ocurrió con “las idas y vueltas” con Santa María de Garoña (Burgos).
A este respecto, afirmó que “los anuncios parecen muy así pero luego las cuentas no salen” y reiteró que “ese calendario se ajusta bastante a las previsiones y no ha habido cambios significativos”.
Por último, defendió que después del cierre las centrales nucleares mantendrán gran parte de su empleo para las labores de desmantelamiento y de gestión de los residuos “por mucho tiempo”.
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