MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Los pacientes con lupus eritematoso sistémico (LES) deben prestar una atención clave a la vacunación frente a determinadas patologías infecciosas por su propia enfermedad o bien por las terapias que reciben, según ha advertido el jefe de Servicio de Reumatología del área sanitaria de Vigo, José Mª Pego, durante un encuentro virtual organizado por la Federación Española de Lupus (Felupus), bajo el título ‘Paciente informado, paciente empoderado’.
En su charla, el experto ha recordado la importancia que tiene la vacunación en estos casos porque se pueden evitar ciertas infecciones o prevenir complicaciones graves de las mismas. “Una buena colaboración entre los Servicios de Reumatología, de Atención primaria y de Medicina preventiva, entre Enfermería y facultativos, es esencial para mejorar las tasas de vacunación en pacientes con LES”, ha precisado.
En concreto, Pego ha hecho hincapié en que los pacientes con lupus deberían recibir la vacuna contra la gripe y el neumococo. Para la vacuna del virus del papiloma humano (VPH) se deben seguir las recomendaciones de vacunación indicadas en población general. Sin embargo, “en las pacientes con LES debería individualizarse la decisión en función del riesgo previo y futuro de exposición al virus VPH”, ha recalcado. También se ha referido al mayor riesgo de sufrir infección por virus de herpes zóster (VHZ), debido a características del lupus o por el empleo de ciertos fármacos, “por lo que resulta recomendable vacunarles con la vacuna recombinante”.
“En los últimos años ha habido nuevas vacunas o actualizaciones en las recomendaciones como son los casos de la vacuna del neumococo o del VHZ”, ha explicado Pego, quien también ha destacado el documento elaborado por la Sociedad Española de Reumatología y publicado en 2022, ‘Recomendaciones SER sobre prevención de infección en enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas’, que incluye numerosas referencias a pacientes con lupus.
Por su parte, la presidenta de Felupus, Silvia Pérez, ha celebrado la “intensa investigación” que se está realizando en los últimos años “con resultados que evidencian mejoras en el abordaje del lupus”.
Asimismo, ha insistido en que “lo importante es que cada avance se refleje en la disposición sanitaria a cada paciente en equidad y en el caso de la prevención, derivar al paciente a Medicina Preventiva para que se realice un estudio y calendario vacunal individualizado según evolución del lupus y tratamiento de este”.
Por otra parte, durante el encuentro virtual también se ha abordado el uso de la terapia celular con CAR-T y los resultados que está obteniendo. El reumatólogo del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, Íñigo Rúa-Figueroa, ha explicado que “en la actualidad, la terapia celular con CAR-T solo se está llevando a cabo con una modalidad específica (CAR-T CD19), usada con éxito para tratar linfomas refractarios, resultando eficaz en casos aislados de lupus”.
En este sentido, ha señalado que, pese a la expectación que ha despertado, esta terapia estaría justificada “solo en pacientes muy refractarios a los tratamientos habituales”. A este respecto, ha añadido que CAR-T no tiene indicación aprobada para pacientes con lupus y su uso debería restringirse al marco de estudios piloto o ensayos clínicos.
Entre los avances logrados en los pocos pacientes tratados, se han observado remisiones prolongadas de la enfermedad, sobre todo renal, y los linfocitos B autorreactivos, que son las células ‘anómalas’ que atacan los propios tejidos, no se detectan tras la terapia, circunstancia que no se da con las terapias previas basadas en anticuerpos monoclonales.
El significado y alcance de este fenómeno “aún no se entiende bien”, pero resulta “esperanzador” como hito importante hacia lo que se podría calificar como curación o, al menos, la posibilidad de conseguir un control exhaustivo y duradero de la enfermedad, ha precisado el especialista, quien también ha advertido sobre “la preocupación que suscita la seguridad a largo plazo, además del alto coste de la terapia”. Aunque puede llegar a suponer un “abordaje revolucionario”, se trata de una modalidad terapéutica aún en fases muy iniciales de desarrollo.
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