MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
Repsol obtuvo un resultado neto de 2.785 millones de euros entre enero y septiembre, un 14% menos que en el mismo período de 2022, en un contexto en el que los precios del crudo y del gas fueron este año significativamente inferiores a los del año pasado ante el impacto de la guerra en Ucrania.
Según notificó la energética a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado ajustado, que mide específicamente el funcionamiento de los negocios, alcanzó 3.816 millones de euros, que suponen un 19,4% menos que hace un año.
La compañía destacó que son unos resultados “sólidos” conseguidos en un contexto “poco predecible, con los precios de las materias primas descendiendo de forma notable desde las anómalas cotas en las que se situaron en 2022” y que las áreas industrial y cliente fueron fundamentales.
En lo que respecta al negocio de exploración y producción (‘upstream’), Repsol contabilizó 1.225 millones, un 49,6% menos, y en el área industrial anotó 2.173 millones, con un incremento del 4%. En la parte de cliente, Repsol acumuló hasta septiembre 512 millones, lo que representa un 96,2% más.
En cuanto a generación renovable, en octubre, la cartera de activos en operación alcanzó los 2.300 megavatios (MW), tras la progresiva puesta en marcha de nuevas instalaciones eólicas y fotovoltaicas en España, Estados Unidos y Chile.
Repsol invirtió 4.362 millones entre enero y septiembre de este año, lo que supone un incremento del 82% respecto a idéntico periodo de 2022, principalmente en proyectos bajos en carbono. La compañía estima que el 35% de lo invertido en el año 2023 se destine a iniciativas bajas en carbono. El foco principal en estos primeros nueve meses del año siguió estando en España, donde se empleó un 41% del monto total, y Estados Unidos, donde se dirigieron un 37% de las inversiones.
Repsol resaltó que está realizando “fuertes inversiones”, pues prevé finalizar 2023 con una inversión orgánica total de 5.200 millones aproximadamente, para que las instalaciones industriales, cinco de ellas situadas en España, fabriquen productos con baja, neutra e incluso negativa huella de carbono.
La deuda neta de la compañía se situó al final del tercer trimestre en 1.855 millones de euros, 1.058 millones superior a la deuda neta al cierre del segundo trimestre de 2023 debido principalmente a la adquisición de acciones propias, dividendos, al cierre del litigio Maxus y al segundo pago del impuesto extraordinario en España.
La liquidez alcanzó 10.650 millones, suficiente para cubrir más de cinco veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.
Por otra parte, Repsol ya contribuye a la generación del 20% del total de energía consumida en España. Desde que el pasado 1 de abril pusiera en marcha sus planes de energías, la compañía ha impulsado el resultado de su negocio de movilidad y ha logrado que el número de usuarios de su aplicación Waylet supere los siete millones. Las altas diarias se incrementaron en un 55%. Además, con los descuentos por combustible que ofrece a través de Waylet, los clientes han ahorrado más de 100 millones de euros entre enero y septiembre.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, destacó que “2023 está siendo un año de profunda transformación para Repsol, con avances firmes en descarbonización y en la consolidación de nuestro perfil multienergético. En un entorno volátil como el actual estamos obteniendo resultados sólidos, aumentando la retribución a nuestros accionistas y apoyando a nuestros clientes”.
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