MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
Renfe registró unas pérdidas antes de impuestos de 108,6 millones de euros durante el ejercicio 2022, un 70% menos que los 362 millones perdidos en 2021.
Según informó Renfe, las pérdidas se explican por el impacto del fuerte incremento de los precios de la energía, que aumentaron en 277,4 millones, y por el descenso del tráfico de viajeros del primer trimestre del año como consecuencia del repunte de casos que produjo la variante ómicron del virus de la covid-19, y durante ese periodo los ingresos por ventas de billetes se situaron un 21,3% por debajo de lo previsto.
En concreto, los gastos en energía de tracción se situaron en 630,1 millones de euros, lo que supuso un incremento en esta partida de gasto de un 78,6%.
Con ello, el peso específico del gasto en energía, que en 2021 representaba el 11% de los gastos de explotación de Renfe, principal consumidor de energía eléctrica de España se ha disparado hasta significar ya el 16,4% del total de los gastos de explotación de Renfe.
Esta partida ya es el tercer gasto más importante de la cuenta de resultados de Renfe, sólo por detrás de los gastos por cánones y los de personal.
Estos datos contrastan con las cifras previas a la pandemia. En 2019, el gasto en energía de tracción de Renfe era de 277,83 millones de euros, menos de la mitad que en 2022. En ese ejercicio, el gasto en energía representaba el 7’7% del total de los gastos de Renfe, que ese año fueron 3.575 millones de euros.
La cuenta de resultados de Renfe en 2022 también se vio lastrada por el impacto de la quinta ola de la covid (provocada en el primer trimestre por la variante ómicron). El resultado del Grupo en el primer trimestre fue de 95 millones de pérdidas, frente a los 13 millones de pérdidas en los otros tres trimestres, lo que muestra el elevado impacto que tuvo en la movilidad la variante ómicron, y la buena evolución del resultado en el resto del ejercicio, a pesar del incremento de los precios de la energía.
Los ingresos de tráfico fueron de 3.788 millones de euros, 844,8 millones más que en el ejercicio anterior, lo que supone un aumento de un 28,7%.
Los ingresos por ventas crecieron en Renfe Viajeros en un 43,5%, en tanto que aumentaron un 15,7% en Renfe Mercancías. Incluidos otros ingresos (por alquileres, convenios Adif…), los ingresos totales de Renfe se situaron en 4.127 millones de euros, un 27,5% más que en 2021.
Por su parte, los gastos de explotación alcanzaron los 3.835 millones de euros, 664,8 millones más que en 2021 como consecuencia también de la recuperación de la producción respecto a dicho ejercicio. Con relación a las previsiones, los gastos de Renfe se redujeron en 40,7 millones de euros, un 1,1%.
Segregados los gastos de energía de tracción, todas las partidas de gastos de Renfe (personal, cánones, mantenimiento de trenes, servicios a bordo, consumos de materiales, proyectos…) descendieron en 368,1 millones de euros con respecto a las previsiones, en un ejercicio de contención del gasto sin precedentes.
Con ello, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) fue de 292 millones de euros, un 333,6% más que en el ejercicio anterior (cuando se situó en 67,3 millones).
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