MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Soldados del Ejército birmano habrían asesinado a 23 civiles, una mujer y tres monjes budistas, en un ataque sobre la aldea de Nam Name, en el estado de Shan, en el sur del país, según han denunciado grupos rebeldes.
Los militares llegaron a las 5.00 horas de la madrugada del sábado a esta aldea bajo cobertura de fuego de obús lanzado desde una colina cercana, denuncian las organizaciones rebeldes, citadas por el portal de noticias Irrawaddy.
Ya por la mañana comenzaron una serie de intensos combates entre los militares y milicianos de la Fuerza de Defensa Popular (FDP), de la Fuerza de Defensa de las Nacionalidades Karen (FDNK) y Revolución Karen (KRU) llegados desde Pinlaung, Pekon, Mobye, Naipyidó y el estado de Kayah. Los soldados prendieron fuego a varias viviendas, según la KRU.
Las milicias rebeldes han logrado arrebatar importantes cantidades de munición a las fuerzas regulares y se cree que hay numerosas bajas entre los militares, según la KRU. También hay heridos entre las fuerzas rebeldes, que tuvieron que abandonar la localidad cuando llegó apoyo de la aviación, ya por la tarde.
El domingo por la mañana los milicianos regresaron a la aldea y hallaron los cuerpos sin vida de los 23 civiles y han publicado imágenes de los cuerpos maltrechos abandonados en las calles, la mayoría con heridas de bala en la cabeza. Tres de los fallecidos son monjes budistas que fueron asesinados en el monasterio de la aldea.
Medios oficiales han informado por su parte de la muerte de varios milicianos karen y han publicado fotos de estos civiles en las que aparecen armas de aire comprimido de fabricación casera junto a los cadáveres.
Un portavoz militar, el comandante general Zaw Min Tun, ha explicado que “grupos terroristas” como las FDP, FDNK y Partido Progresista Nacional Karen (PPNK) emboscaron a los militares y paramilitares del Ejército Nacional Pa-O. Zaw ha asegurado que ha habido víctimas civiles como consecuencia de los disparos aleatorios de los “terroristas”.
Birmania se encuentra sumida en una guerra civil desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021. En aproximadamente un año, más de 3.120 personas han muerto en el marco de las operaciones llevadas a cabo por la junta y otras 16.432 todavía siguen detenidas, según datos de la Asociación de Asistencia para Presos Políticos de Birmania (AAPP).
El Gobierno de Unidad Nacional ha indicado que el Ejército de Birmania ha cometido más de 30 masacres de civiles en todo el país desde la toma de poder por parte del Ejército.
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