MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ha recalcado este viernes que Teherán “no empezará una guerra, pero dará una firme respuesta” a cualquiera que intente “intimidar” al país centroasiático, en medio del repunte de las tensiones en Oriente Próximo por el conflicto palestino-israelí.
“No empezaremos una guerra, pero si un país o fuerza cruel quiere intimidarnos, la República Islámica de Irán dará una respuesta firme”, ha dicho durante un discurso en la provincia de Hormozgán (sur), según las un comunicado publicado por la Presidencia iraní a través de su página web.
Así, ha recalcado que la capacidad militar de Irán no es una “amenaza” para ningún país y ha dicho que “el potencial de Irán es un generador de seguridad”. “Los países de la región pueden depender de este poderío”, ha argumentado el mandatario iraní.
Raisi ha defendido además la importancia del “poder de la fe” y ha se ha preguntado si los palestinos de Gaza “tienen Armada, Fuerza Aérea y equipamiento para fuerzas terrestres”. “Lo que tienen es el poder de la fe”, ha manifestado.
“Lo que pasa en Gaza es la superioridad de un pueblo honorable frente a agresores malignos. Tras 110 días, el pueblo de Palestina y Gaza es victorioso y el régimen sionista y los que lo apoyan, incluido el régimen criminal de Estados Unidos, son los perdedores”, ha zanjado.
Las palabras de Raisi han llegado apenas dos días después de que el jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, Hosein Salami, advirtiera a Estados Unidos de que “no dejará ninguna amenaza sin respuesta”, tras las acusaciones de Washington contra Teherán por los ataques ejecutados por milicias proiraníes contra sus bases en la región.
Asimismo, el ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, pidió el miércoles a Washington que “ponga fin al lenguaje de las amenazas” y que “se centre en encontrar una solución política” a la crisis en Oriente Próximo, antes de recalcar que “la respuesta de Irán ante cualquier amenaza será inmediata y decisiva”.
Estados Unidos ha asegurado que tiene decidida su respuesta al ataque con aparato no tripulado ejecutado durante el fin de semana por una milicia proiraní contra una base en Jordania, que se saldó con la muerte de tres de sus militares y cerca de 40 heridos.
Irán se desvinculó del citado ataque y habló de “acusaciones infundadas” que buscan “arrastrar” a Washington a un conflicto. En este sentido, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, recalcó durante la jornada del lunes que “los grupos de resistencia de la región no reciben órdenes de Irán para sus decisiones y acciones”.
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