MADRID, 29 (SERVIMEDIA)
La propuesta del PSOE y Sumar en su acuerdo de gobierno de sustituir las rutas aéreas peninsulares en España por viajes en tren de hasta dos horas y media afectaría a los vuelos entre Madrid y Alicante, Barcelona y Valencia -tanto ida como vuelta- y supondría el ahorro de casi 25.000 vuelos, la emisión de más de 200.000 toneladas de CO2 a la atmósfera y cerca de 38 millones de euros en costes económicos y sociales, sobre todo vinculados al cambio climático.
El acuerdo de gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar, rubricado el pasado martes, indica entre sus más de 230 medidas que ambas formaciones se comprometen a impulsar “la reducción de los vuelos domésticos en aquellas rutas en las que exista una alternativa ferroviaria con una duración menor de 2 horas y media, salvo en casos de conexión con aeropuertos-hub que enlacen con rutas internacionales”. Ello supone eliminar los viajes cortos en avión cuando haya una alternativa en tren.
Francia es el único país de la UE que ha suprimido los vuelos cortos (con alternativa ferroviaria de hasta 2,5 horas) y la Asamblea Ciudadana para el Clima -formada por 100 personas e impulsada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico- ya propuso el año pasado “minimizar los vuelos domésticos en España cuando haya alternativas en tren”, con un mínimo de 350 kilómetros para volar en avión.
UN 17,8% DE LOS VUELOS PENINSULARES
Un estudio reciente de Ecologistas en Acción ve viable erradicar 11 rutas aéreas peninsulares en España por viajes en tren de hasta cuatro horas, concretamente Madrid-Alicante, Madrid-Barcelona, Barcelona-Valencia, Madrid-Málaga, Madrid-Pamplona, Madrid-Santiago de Compostela, Madrid-Sevilla, Madrid-Valencia, Madrid-A Coruña, Madrid-Granada y Madrid-Logroño.
No obstante, un análisis pormenorizado de este informe, realizado por Servimedia, subraya que, si se reduce el tiempo a una alternativa de trayecto en tren de menos de dos horas y media, los vuelos afectados serían los de Madrid-Alicante (2 horas y 20 minutos el trayecto más corto en un día típico), Madrid-Barcelona (2 horas y 29 minutos) y Madrid-Valencia (1 hora y 49 minutos), tanto ida como vuelta.
Esas tres rutas transportaron en 2019 (último año completo de normalización del tráfico aéreo antes de la pandemia de la covid-19) a cerca de 3,2 millones de pasajeros, esto es, un 18,9% del total peninsular y un 7,5% del total nacional.
Además, aglutinaron ese año un total de 24.791 operaciones aéreas (un 17,8% de las peninsulares y un 6,3% de las nacionales) y generaron 208.031,9 toneladas de CO2.
Específicamente, el ‘puente aéreo’ entre Madrid y Barcelona supuso entonces más de 15.000 vuelos y generaron más de 168.000 toneladas de CO2.
Si todos los pasajeros que volaron en alguna de esas tres conexiones aéreas hubieran viajado en tren se habría ahorrado alrededor de 175.000 toneladas de emisiones de CO2, esto es, considerando las que resultan de restar las del avión y el tren.
COSTE ECONÓMICO Y TIEMPO
Por otro lado, el estudio analiza otras implicaciones asociadas a la sustitución de vuelos por trayectos en tren, como los costes económicos en concepto de externalidades (impactos sobre la salud, costes de cambio climático, el bienestar o daños en el entorno habitable) de cada modo de transporte. Así, eliminar las tres rutas aéreas identificadas supondría un ahorro de 38 millones de euros anuales.
En cuanto a los tiempos de viaje ‘puerta a puerta’ (es decir, desde la salida de casa hasta la llegada al destino), optar por el tren supone tardar menos que hacerlo en avión en las tres rutas aéreas escogidas, puesto que hay que considerar el trayecto hacia el aeropuerto o la estación ferroviaria, la facturación, el control de seguridad, la recogida de equipaje y el traslado final.
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