MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
Reducir el límite de pérdida de puntos en 5 km/h en las vías interurbanas para reducir la siniestralidad vial por exceso de velocidad es una de las medidas que propone la consultora PONS Mobility a la Dirección General de Tráfico (DGT) después de que el año pasado se produjera un repunte de la mortalidad en carretera a los niveles más altos desde 2019.
Un total de 1.145 personas perdieron la vida el año pasado en las carreteras españolas, lo que supone la cifra más elevada desde 2019, que entonces ostentaba el mínimo histórico anual de víctimas mortales en vías interurbanas antes de que las restricciones de movilidad por la pandemia de la covid-19 contribuyeran a reducir la letalidad vial en 2020 y 2021.
En 2022 hubo 1.042 siniestros mortales en las carreteras, en los que fallecieron 1.145 personas (un 4% más respecto a las 1.101 de 2019) y otras 4.008 resultaron heridas graves (un 10% menos sobre las 4.433 de hace cuatro años). En 2020 se registraron 874 muertos en vías interurbanas y en 2021 fueron 1.002.
“La siniestralidad de la carretera en España ha entrado en modo tarifa plana donde romper la tendencia no va a ser fácil”, según Ramón Ledesma, asesor de PONS Mobility, quien señaló que el “modelo DGT”, creado en los años 60 del siglo pasado en el Ministerio del Interior para regular y ordenar la circulación “ha cumplido su función hasta ahora, pero empieza a dar síntomas de agotamiento, fundamentalmente derivado de su posición institucional”.
Por ello, PONS Mobility propuso varias medidas para reducir la siniestralidad vial, entre ellas bajar el límite de pérdida de puntos en las carreteras en 5 km/h. De este modo, se restaría puntos a 146 km/h (actualmente es a 151) autopistas y autovías, donde la limitación de velocidad es de 120 km/h, y a 115 km/h en vías secundarias (ahora es a 120), limitadas a 90 km/h.
Además, esta consultora planteó la creación de la Agencia Estatal de Movilidad, con rango de Secretaría General, en el ámbito del Ministerio de Movilidad. Ese organismo absorbería la actual DGT.
Para Ledesma, la ubicación actual de la DGT en el Ministerio del Interior y con rango de centro administrativo y no político colocan a ese organismo en “una posición muy complicada para abordar los retos de la próxima década. “Es preciso abordar la regulación del vehículo conectado, las restricciones circulatorias derivadas de las zonas de bajas emisiones, el pago por uso de las infraestructuras o mayores consecuencias sobre los conductores por el uso del móvil. Todas estas decisiones solo pueden ser tomadas desde las más altas esferas del Ministerio de Movilidad. Y la DGT va a tener que estar presente en todas ellas”, explicó Ledesma.
FORMACIÓN Y CONCIENCIACIÓN
Por otro lado, la Fundación RACE apostó por “activar acciones efectivas de formación, información y concienciación para los automovilistas, motoristas y usuarios de la vía sobre las consecuencias de la no utilización de los elementos de seguridad, y del incumplimiento de las normas de movilidad y seguridad vial”.
Incrementar la inversión en vías convencionales, potenciar el uso de las autovías y autopistas, apostar por la formación y concienciación de los automovilistas, e incentivar la modernización del parque automovilístico -cuya media de edad es de 13,5 años- son cuatro pilares fundamentales de la Fundación RACE para reducir la siniestralidad vial en las carreteras.
Por su parte, la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) propuso a la DGT que los futuros conductores hagan un número mínimo de kilómetros en carreteras secundarias, donde mueren tres de cada cuatro personas en siniestros viales.
“Es necesario saber circular con seguridad por las vías más peligrosas, que son las carreteras convencionales. Especialmente la maniobra de adelantamiento requiere, además de destreza, una claridad de juicio que permita al conductor tomar la decisión correcta. Pero, en muchos sitios, los alumnos no circulan por una vía secundaria hasta que no obtienen el permiso porque no se lo piden en el examen para sacárselo. Tráfico debería exigir un número mínimo de kilómetros de circulación por este tipo de vía y CNAE ha propuesto diversas fórmulas para subsanar la mencionada carencia allí donde la prueba práctica no puede materialmente transcurrir por una carretera secundaria”, explicó Enrique Lorca, presidente de la patronal de autoescuelas.
Además, la CNAE planteó una “mejora sensible” en la formación de los conductores. “Lo hemos dicho hasta la saciedad: hay que preparar a los aspirantes al permiso de tal modo que aumente, con carácter general, su concienciación sobre los factores de riesgo”, indicó Lorca.
Para Lorca, “que el 25% de los muertos en turismo o furgoneta no llevasen el cinturón de seguridad es algo que se repite año tras año y no por el desconocimiento de la norma, sino por una ausencia total o parcial de la percepción del riesgo”.
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