El español defiende título en busca de su cuarto ‘grande’ y el serbio puede ganar la cifra récord de 25
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El tenista español Carlos Alcaraz y el serbio Novak Djokovic se ven las caras este domingo (15.00 hora peninsular) en la final de Wimbledon 2024, igual que el año pasado cuando el joven murciano venció al siete veces campeón en Londres, una reedición que irá directa a los libros de historia del deporte pase lo que pase.
La final esperada, aunque Jannik Sinner entraba también en las quinielas hasta que cayó en cuartos de final, se hizo realidad después de dos semanas de mucha Pista Central cerrada por la lluvia y sin grandes rivales para los dos favoritos. Ambos se adaptaron sobre la marcha a la hierba inglesa y no encontraron oposición.
El español, que había perdido en segunda ronda de Queen’s como dudosa preparación, superó en su camino a Mark Lajal, Aleksandar Vukic, Frances Tiafoe, Ugo Humbert, Tommy Paul y Daniil Medvedev, con el mayor obstáculo Tiafoe en cinco sets. Mientras, el serbio aterrizó con las dudas físicas de la rodilla que se lesionó en Roland Garros.
No hubo contratiempos en ese sentido para el de Belgrado y tampoco llegó a sudar en exceso superando a Vit Kopriva, Jacob Fearnley, Alexei Popyrin, Holger Rune, Alex de Miñaur (por retirada) y Lorenzo Musetti. Un pasar rondas algo light que, como recompensa, trae el gran espectáculo de la final que todo el mundo quería.
Por un lado, Alcaraz. Un joven de 21 años que, desde antes de ser mayor de edad, ya tenía sobre su espalda el cargo público de suceder a Rafa Nadal como baluarte del tenis español. Un relevo oportunista, con el balear despidiéndose de las pistas, que le obligaba a ganar cada partido de su vida durante las siguientes dos décadas.
Con sus altibajos, quizá algún problema físico más de lo deseado a su edad, el de El Palmar ha respondido dando pasos de gigante para convertirse en no sólo uno de los mejores del mundo sino de la historia. En 2022 ganó cinco títulos y, con el US Open, se hizo con el número uno del mundo más joven. En 2023 venció en seis torneos, incluido Wimbledon y, en 2024, cuando parecía que podía bajar su nivel, sólo estaba pillando carrerilla para el gran golpe.
Tras Indian Wells, Alcaraz sumó esta temporada su tercer ‘grande’ con la conquista de Roland Garros. El tenista más joven de la historia en ganar en las tres superficies del ‘Grand Slam’, un todoterreno al que no le importa el peso del favorito, duro física y mentalmente para aceptar su tremenda irrupción en el tenis.
Hace un año, su victoria en la final de Wimbledon contra Djokovic fue una de esas muescas de jugador elegido. En su cuarto torneo sobre hierba, con la tarjeta de haber ganado Queen’s, Alcaraz tumbó al serbio en su jardín. El siete veces campeón encajó su segunda derrota en la hierba inglesa en diez años pero, a sus 37 años, ha pedido revancha y su propia cita con la historia para este domingo.
‘Nole’ pareció pasarse el juego en 2023 cuando se quedó a un partido, la derrota a cinco sets contra el español en Londres, de ganar el ‘Grand Slam’ completo. Con Roger Federer retirado y Nadal poniendo fecha a su fin, el serbio rejuveneció a base de títulos. Alimentado por su hambre de ‘Chacal’, Djokovic olvidó su impactante deportación de Australia en 2022 por no estar vacunado contra el covid y se hinchó a ganar hasta alcanzar 24 ‘grandes’.
El hombre récord del tenis, con más de 400 semanas en el número uno, siete títulos de Maestro con el del año pasado, ya dejó atrás hace tiempo a Federer (20) y Nadal (22) en la carrera de los ‘Grand Slam’, y está a un paso de desempatar con Margaret Court. Con su octavo Wimbledon, con el que igualaría a Federer, Djokovic bordaría otra esquina de su ‘título’ de mejor tenista de la historia.
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