MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Índices altos de desempleo, dificultades en el acceso a la vivienda digna, falta de empoderamiento o problemas de conciliación son solo algunos de los problemas a los que se enfrentan las mujeres con discapacidad de los que alerta la Federación Nacional de la Asociación de personas con lesión medular y otras discapacidades físicas (ASPAYM).
A juicio de la presidenta de la entidad en Madrid, Yolanda Hernández, entre las medidas que hay que tomar para solucionar estos escenarios debería estar “poner sobre la mesa” y “hablar de la situación de las mujeres con discapacidad”.
En una entrevista a Europa Press, Hernández ha explicado que este grupo poblacional tiene “dificultad de acceso a un empleo remunerado”, lo que deriva en que “no les resulte sencillo acceder a algo tan básico como una vivienda digna”. Además, ha advertido de las dificultades de conciliación que sufre una mujer con discapacidad y que, en algunos casos, le dificultan también el acceso al mercado laboral.
Es por eso que, desde la entidad se desarrollan proyectos “para potenciar la formación y el acceso al empleo de las personas con discapacidad, en los que se tienen muy en cuenta los requerimientos que tienen las mujeres con discapacidad, como la necesidad de conciliar, ofreciendo formación y asesoramiento online si así lo requieren”, según ha explicado Hernández.
CONCIENCIACIÓN EN LAS EMPRESAS
También ha explicado que ASPAYM apuesta “por la concienciación de empresas sobre los beneficios de contratación de empleados con discapacidad, la accesibilidad en todos los ámbitos o la formación en atención a clientes con discapacidad”.
Para ello han lanzado la campaña #empresassinbarreras (www.empresassinbarreras.org), donde cuentan a los empresarios cuáles son los beneficios de apostar por la accesibilidad en su empresa, entre otras acciones.
Otras iniciativas de la entidad son proyectos encaminados a empoderar a las mujeres con discapacidad, trabajando aspectos como la sexualidad, apoyo entre iguales en aspectos tan importantes como la maternidad, o escuchando sus demandas para poder trasladarlas a las administraciones competentes.
UNA CUESTIÓN DE GÉNERO
Estas medidas son necesarias, según Hernández, a pesar de que reconoce que en los últimos años se han aprobado “hitos importantes” relacionados con la discapacidad, como el derecho al voto de personas del colectivo que estaban incapacitadas judicialmente o la prohibición de la esterilización forzosa.
Esta última cuestión, ha apuntado la presidenta de ASPAYM Madrid, “tenía un claro sesgo de género” ya que, según ha indicado había “más mujeres” afectadas por esta normativa.
A su juicio, este es el camino en “el trabajo por el derecho al acceso a la justicia y a la salud de las mujeres”, de los que ha destacado su importancia. No obstante, Hernández ha señalado que “las mujeres con lesión medular no se hacen las revisiones ginecológicas, tan necesarias para cualquier mujer, debido a las dificultades para acceder a las consultas”.
Y también se ha referido al “componente de género” cuando se ha referido a los cuidados. “Son las madres las que dejan de trabajar cuando nace o adopta un hijo o una hija con una discapacidad congénita o adquirida”, ha explicado, antes de señalar que también “son las mujeres las que cuidan de sus cónyuges cuando tienen una enfermedad o discapacidad”.
“Sin embargo, cuando es la mujer mayor la que tiene una discapacidad, el cuidado recae en personas externas o se las institucionaliza”, ha apuntado. “El 73% de las personas que viven en residencias, son mujeres”, ha advertido Hernández.
UNA NECESIDAD “IMPERANTE”
Para Hernández, es necesario seguir visibilizando esta situación, saber las demandas que tiene el colectivo y que puedan tener “voz y voto” sobre políticas específicas para las personas con discapacidad y, especialmente, para las mujeres. “La necesidad sigue siendo imperante, hay que trabajar en acciones inmediatas que pongan solución a estas demandas”, ha declarado.
“Hay que tener en cuenta que los estados como el nuestro, que han ratificado la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, están obligados a cumplir, respetar y proteger los derechos de las mujeres y niñas con discapacidad”, ha recordado.
Preguntada sobre la presencia de este grupo de población en la vida pública o en cargos representativos, Hernández ha reconocido que “poco a poco” se van encontrando a más mujeres con discapacidad en estos ámbitos y lo achaca al “gran trabajo que se está desarrollando desde las entidades que representan a las personas condiscapacidad”.
“Desde ASPAYM Madrid siempre se ha tenido en cuenta este aspecto en la junta directiva, con un equipo formado por hombres y mujeres luchando por los mismos objetivos. Ahora mismo contamos con la presidenta de la Federación Nacional ASPAYM, Mayte Gallego, una activista que lucha por las demandas de todas las mujeres con lesión medular en todos los espacios en los que participa; además de entre los arriba citados, como patrona de la Fundación CERMI Mujeres”, ha destacado.
A su juicio, “contar con referentes como Mayte puede servir a otras mujeres, sobre todo las mujeres jóvenes, como ejemplo a seguir para continuar esa lucha tan necesaria”.
Hernández es diplomada en Terapia Ocupacional por la Universidad Complutense de Madrid y ha trabajado en entidades de personas con discapacidad desde 2004 y desde hace 15 años en ASPAYM Madrid, donde comenzó a trabajar como Responsable en el departamento de Accesibilidad y Productos de Apoyo.
Entre sus funciones, ha sido responsable de la atención a los asociados y asociadas en este ámbito, así como la gestión de proyectos de autonomía personal, sobre nuevas tecnologías y accesibilidad, o de la formación a empresas, administraciones públicas y otras entidades en relación a la discapacidad y la accesibilidad. Fue en 2021 cuando comenzó a desarrollar la labor de subdirectora de la entidad y desde marzo de 2022 ejerce como directora de ASPAYM Madrid.
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