MADRID/LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 31 (SERVIMEDIA)
Las personas con discapacidad intelectual a veces se sienten incomprendidos cuando acuden a una administración pública a realizar algún trámite o recibir algún servicio. El motivo es que quienes les atienden no conocen realmente sus necesidades. Por eso, Plena inclusión España ha creado una autoformación online para agentes públicos y comunitarios con el propósito de mejorar la atención a este colectivo.
Más de un millar de trabajadores -entre ellos de administraciones públicas, profesionales de entidades públicas y privadas, así como de colectivos sociales- han empezado a cambiar esta situación al realizar este curso de sensibilización acerca de la discapacidad intelectual.
La procedencia del alumnado ha sido muy diversa, pero numéricamente destacan los empleados municipales de 436 ayuntamientos. No obstante, la iniciativa ha tenido tanto éxito que ha despertado el interés entre los trabajadores de centros educativos, universidades, policías, servicios sociales y mancomunidades.
Esta propuesta formativa se enmarca en el proyecto europeo de Transformación Digital para la Inclusión (TDI) financiado por los Fondos Europeos Next Generation y “ha generado un fuerte impacto y una respuesta muy positiva según las encuestas de satisfacción”, asegura en una entrevista a Servimedia la técnica del proyecto TDI de Plena inclusión España, Raquel Mateo.
Se trata de una formación muy completa compuesta de ocho cursos de unas diez horas de duración cada uno, los cuales abordan “temas muy diferentes como el Trastorno del Espectro del Autismo, la lectura fácil, introducción a la discapacidad intelectual y del desarrollo o el currículo multinivel”. “Cosas que puedan aplicar directamente en su labor profesional”, añade Mateo.
Las personas que han seguido el curso aseguran que “necesitaban esta formación no sólo para atender mejor a los usuarios con discapacidad intelectual”, sino también “para aprender más acerca de la discapacidad cuando entre sus compañeros hay alguna persona de este colectivo”. Las 1.500 personas que han participado en esta iniciativa han destacado esta doble utilidad.
Pilar trabaja como educadora en un Centro Ocupacional de Gran Canaria. Ella convive a diario con la discapacidad intelectual. Lo mismo que su trabajadora social, Yazmina.
Ambas consideran que esta formación acerca el mundo de la discapacidad intelectual a empleados de la administración pública que no suelen transitar por él. “Les ayudan a no ver a estas personas como un obstáculo, sino como parte de la sociedad”, insiste Pilar en declaraciones a Servimedia.
PONERSE EN SU PIEL
Para ello, es indispensable “ponerse en la piel de estas personas”, apunta Yazmina. Esta formación permite a los empleados públicos “hacerles entender” la necesidad de estos usuarios por encontrarse ante una ventanilla donde la accesibilidad y la compresión primen. Desde el Cabildo de Gran Canaria lo tiene muy claro. Jorge Ramos afirma con contundencia que hay que “tener un lenguaje sencillo, fácil y accesible”.
Pablo es un experto en accesibilidad cognitiva de Plena inclusión Canarias que, pese a superar la treintena, denuncia el trato infantilizado que recibió en un hospital de la isla.
Por su experiencia, aconseja a todos los agentes públicos que mejoren el trato con los usuarios con discapacidad intelectual. El joven sugiere que “les informen acerca de lo que les van a hacer” a través de una nota o un documento explicativo e incide en que “tengan mucha paciencia con nosotros porque a veces nos ponemos nerviosos”.
El desconocimiento suele producir ese estado emocional. De ahí la importancia de esta propuesta formativa. Conocer las necesidades de las personas con discapacidad intelectual aporta seguridad y confianza por ambas partes. Así, tanto el empleado como el usuario lograran hacerse entender mejor.
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