MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
Plena Inclusión ha puesto en marcha una acción formativa a través de la cual un total de 1.462 estudiantes con discapacidad intelectual con edades comprendidas entre nueve y treinta años participan en distintos cursos sobre competencias digitales.
Esta propuesta, que forma parte del Programa de Competencias Digitales para la Infancia (CODI) del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, es desarrollada por nueve federaciones autonómicas de Plena Inclusión, según informó este colectivo.
Los contenidos de la formación proceden del Marco Europeo de Competencias Digitales para la Ciudadanía, conocido como ‘DigComp 2.2.’, una herramienta que tiene como objetivo “mejorar la competencia digital de la ciudadanía, apoyando el desarrollo de habilidades digitales y planificando iniciativas educativas y formativas que ayuden a extender este tipo de conocimiento tan básico para la población”.
El programa CODI se centra en ofrecer herramientas digitales a chavales en situación de vulnerabilidad. En el caso de las formaciones ofrecidas por Plena Inclusión, la edad del alumnado se ha ampliado hasta los 30 años debido a “las necesidades educativas especiales vinculadas a los y las jóvenes con discapacidad intelectual y del desarrollo”.
“DISPOSITIVOS ADECUADOS”
Plena Inclusión subrayó que buena parte de los jóvenes antedichos afrontan una “triple desventaja digital”: falta de acceso a Internet, ausencia de “dispositivos adecuados” y un “uso limitado de las tecnologías de la información”. Esta situación, que es más grave en el caso de las personas con discapacidad intelectual, “dificulta su inclusión social y laboral en un entorno marcado por el uso de herramientas digitales”.
El programa de estas acciones formativas se ha dividido en tres niveles (básico, intermedio y avanzado) y se ha adaptado a las capacidades y necesidades de cada participante con el fin de promover “una inclusión digital real”. De este modo, se pretende que “cada estudiante avance a su ritmo y desarrolle habilidades acordes a sus objetivos personales y profesionales”.
Este proyecto otorga continuidad a otras iniciativas de Plena Inclusión que “buscan promover la plena autonomía para personas que necesitan más apoyo en el uso de la tecnología”.
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