MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
El proyecto ‘Pisadas de Dignidad’ de Fundación ONCE e Inserta Empleo promueve la inserción laboral de las personas de talla baja que se dedican a “espectáculos denigrantes” en la noche, el sector taurino o el cine para adultos, según explicaron sus responsables durante un encuentro sobre ‘Trabajo decente y acondroplasia’ celebrado en la agencia de noticias Servimedia.
La iniciativa cuenta con el apoyo de la Dirección General de Derechos de las Personas con Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, la Asociación de Displasias Esqueléticas con Enanismo (ADEE) y la Fundación Alpe Acondroplasia. Además, está financiada por el Fondo Social Europeo.
Según el director general de Derechos de las Personas Con Discapacidad, Jesús Martín Blanco, su objetivo es ofrecer “una alternativa laboral” a las personas que trabajan “en espectáculos denigrantes” como el bombero-torero, las despedidas de soltero o las películas para adultos, con el fin de que “puedan encontrar un empleo digno” donde “no se rían de nuestros cuerpos”.
“El enanismo no es una profesión”, dijo, recalcando la voluntad del Ministerio de acabar con estas situaciones “denigrantes y risibles”. De hecho, esta iniciativa “tiene una parte muy importante de empoderamiento”, para que estas personas sean conscientes de que “pueden trabajar en otras actividades que no tienen que ver con su cuerpo”, sin olvidar la obvia que es la de “formación e inserción laboral”.
ETAPAS
La directora regional de Inserta empleo en Asturias, Beatriz Ávila, explicó que el proyecto tiene una duración mínima de seis meses, aunque “es flexible y se puede extender”.
Este se divide en tres etapas o “pisadas”. “A la primera la hemos denominado ‘Mi mejor ahora’ y en ella trabajaremos habilidades personales, competencias transversales y el empoderamiento”. El objetivo es realizar “un perfil profesional de las personas y conseguir un mayor autoconocimiento” para que estas elijan donde quieren redirigir su actividad.
A continuación hay una etapa de formación en colaboración con las empresas de acogida que “hemos llamado ‘’Pisada hacia el futuro’. Con ella, “buscamos que los participantes adquieran la mayor formación posible en su campo de actividad”.
La última lleva por título ‘El futuro es ahora’ y “se trata de la etapa de intermediación laboral propiamente dicha”. En esta se mantendrá el apoyo al empleo para que “no aparezcan elementos disruptivos y estereotipos que puedan echar por tierra el proceso”, aseguró Ávila.
Insistió en que el programa descansa “sobre el diseño de itinerarios individualizados, basados en las expectativas, habilidades e intereses de cada persona”, todo a través de “una doble red técnica, de intermediación laboral y de sensibilización”.
ROMPER PREJUICIOS
El jefe de Estudios Sociales y Prospectiva de Fundación ONCE, Javier Albor, apuntó a “la superación de estereotipos” como otro de los principales beneficios de este proyecto.
Comentó que, en realidad, “las personas que se dedican a estas actividades son muy pocas”, entre 150 y 200, estimó, pero “hacen mucho daño a la imagen de todo un colectivo”.
En España hay en torno a 20.000 personas de talla baja -unas 2.000 con enanismo- y “entre ellas hay abogados, administrativos, médicos” y políticos, como el propio Jesús Martín Blanco.
Sin embargo, este tipo de espectáculos difunden “unos estereotipos muy negativos” sobre las personas de talla baja que “hacen pensar que todas ellas tienen que terminar en actividades relacionadas con la noche, lo ridículo o lo cómico”. De ahí la importancia de poder visibilizar esta situación con este programa porque “existe un gran desconocimiento en torno a las displasias”.
“Más allá de los estereotipos, estas afectan a la movilidad de las personas y tienen asociados distintos problemas de salud”, destacó. Es por ello que “en este mundo, el de las personas de talla baja, se habla mucho de la longitud de las pisadas”. “Somos personas de pisadas cortas, pero profundas que queremos dejar huella”, y de ahí el nombre del programa.
De hecho, para su puesta en marcha se ha recurrido a la contratación de personas con esta discapacidad, como Carolina Puente, que es la técnica principal del proyecto. Puente indicó que “una red de personal técnico de Inserta Empleo” hace posible que este programa se imparta en 30 ciudades de todo el territorio nacional para “llegar a todas partes”.
A ellos se suman los profesionales dedicados a ofrecer apoyo de tipo psicosocial a los participantes –este es el trabajo de Carolina-, a fin de acompañarlos en su transición. En su opinión, el proyecto hay que darlo “a conocer” en estos momentos “entre los posibles beneficiarios”.
UNA OPORTUNIDAD
La iniciativa cuenta con financiación del Fondo Social Europeo y ofrecerá una ayuda económica a sus participantes. Según Albor, “aborda con delicadeza la realidad de estas personas, para darles una salida laboral digna”. “No busca penalizarlos ni prohibir” su actividad para “dejarlos tirados”, sino facilitarles una oportunidad “de encontrar un empleo digno”.
Marta Castillo, presidenta del Cermi Andalucía y vocal en la Junta directiva de ADEE, coincidió “en el daño a todo el colectivo” que hacen estos espectáculos. A su juicio, estas personas deberían ver el proyecto “no como una pérdida, sino como oportunidad”. “Vamos a darles formación y a ayudarles a encontrar un trabajo con condiciones laborales mucho mejores”, declaró.
De hecho, Martín Blanco reflexionó sobre las condiciones en las que muchas personas que se dedican a este tipo de espectáculos trabajan, pues gran parte de estas actividades se realizan bajo la economía sumergida. “El derecho al trabajo, como todos los derechos, tiene sus límites”, señaló, y “en este caso hablamos de dignidad”.
Por eso, ‘Pisadas de Dignidad’ es un proyecto de “rescate social” porque hace falta que la sociedad entienda que el público de estos espectáculos “no se ríe con nosotros, se ríe de nosotros. De mí, de Carolina y de Marta”, concluyó.
- Te recomendamos -