MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Las autoridades rusas han detenido este miércoles a la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva, que trabaja como editora del servicio tártaro-baskir de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), en la ciudad de Kazán.
Según ha indicado el medio para el que trabaja, Kurmasheva, que vive en la capital de República Checa, ha sido acusada de no haberse registrado como agente extranjero y se enfrenta a una pena máxima de cinco años de prisión.
“Alsu es una compañera muy respetada, una esposa devota y una madre dedicada sus dos hijos. Necesita ser liberada par que pueda regresar con su familia de inmediato”, ha declarado el presidente interino de la emisora, Jeffrey Gedmin.
Este ha explicado que la periodista viajó en mayo a Rusia por una emergencia familiar, a su vuelta, el 2 de junio, cuando esperaba su vuelo de regreso, fue detenida temporalmente, confiscándole sus pasaportes. Las autoridades de Kazán le multaron por no registrar su pasaporte, Kurmasheva “estaba esperando la devolución de sus pasaportes cuando se anunció el nuevo cargo”.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) ha pedido a las autoridades rusas que liberen a la reportera “de inmediato”, ya que señalan que “el periodismo no es un delito y la detención de Kurmasheva es una prueba más de que Rusia está decidida a reprimir la información independiente”.
“El CPJ está profundamente preocupado por la detención de la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva por cargos penales espurios y pide a las autoridades rusas que la liberen inmediatamente y retiren todos los cargos en su contra”, ha declarado el coordinador del CPJ para Europa y Asia Central, Gulnoza Said.
RFE/RL anunció tras el estallido de la invasión de Ucrania el cese de su actividad desde Rusia después de la aprobación de una ley que endurecía las penas por “difundir información falsa”. El medio –financiado por el Congreso estadounidense– comenzó entonces a informar sobre Rusia desde fuera del país.
Un tribunal de Moscú declaró en marzo en quiebra las operaciones de la corporación radiofónica en territorio ruso por la negativa de la empresa a pagar cuantiosas multas por el incumplimiento de la ley de agentes extranjeros. Las sanciones económicas impuestas por la Justicia rusa superaban los mil millones de rublos –cerca de 12,5 millones de euros–, según detalló la emisora en su página web.
- Te recomendamos -