MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Una selección de la obra del escritor Max Aub –como una copia de ‘La verdadera historia de la muerte de Francisco Franco’, así como ‘Campo de sangre’, ‘Crímenes ejemplares’ o ‘Vida y obra de Luis Álvarez Petreña’, junto con su colaboración en revistas como ‘Sala de espera’– y varios objetos personales –una felicitación navideña o la paleta que utilizó para pintar los cuadros del pintor ficticio Jusep Torres Campalans– se han guardado este lunes 24 de julio en La Caja de las Letras del Instituto Cervantes, en Madrid.
Con este legado ‘in memoriam’ se ha cerrado el año de conmemoraciones celebrado desde julio de 2022 con motivo del 50º aniversario del fallecimiento del escritor así como los 25 años de la constitución de la Fundación Max Aub (entidad reconocida con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en diciembre de 2021) como han expresado en rueda de prensa el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; la presidenta de la Fundación Max Aub y nieta del autor, Teresa Álvarez; y la escritora Marta Sanz, que ha ejercido como testigo de honor.
García Montero ha comenzado su intervención con una cita que el autor escribió el 9 de diciembre de 1962 y que recoge la importancia que el propio escritor le otorgaba a permanecer en el tiempo. “Porque se escribe para quedar y, si no se consigue, nada tiene sentido. Podría vivir con solo vivir. Sin embargo escribo, paso la vida pensando cómo, qué escribir para quedar”, ha citado García.
Max Aub Mohrenwitz fue un novelista, dramaturgo, poeta y crítico español de origen francés y alemán. Durante el exilio, escribió seis novelas y numerosos relatos que constituyen ‘El laberinto mágico’; otras dos novelas bajo el título ‘Las buenas intenciones’ y ‘La calle de Valverde’; y su obra más traducida, ‘Jusep Torres Campalans’, biografía de un personaje inventado por el escritor.
Con este acto, García destacado que se pone de relieve “la verdadera riqueza de un país, de una sociedad, que es su cultura”. “El compromiso con el futuro está en saber recibir la mejor herencia de nuestro pasado”, ha manifestado.
Por su parte, Álvarez ha agradecido al Instituto Cervantes tener al esritor presente “con admiración, respeto y cariño”. Así, desde el 9 de junio de 2009, la Biblioteca del Instituto Cervantes de Argel lleva el nombre de Max Aub.
Por último, Sanz ha leído durante su intervención una dedicatoria a Max Aub que aparece en su libro ‘Pequeñas mujeres rojas’. A su juicio, la “transición no fue del todo justa con su figura” por lo que ha reiterado que se está a tiempo “de reparar estas pequeñas injusticias, estos pequeños olvidos, y colocar en el gran lugar de la historia de la literatura de España a Max Aub”.
- Te recomendamos -