MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
CCOO defendió este jueves que la evaluación del Bachillerato para el acceso a la universidad “debe entenderse como una prueba d emadurez. El sindicato sostuvo que “no puede ser una prueba de contenidos descontextualizados de carácter memorístico” y recordó que “viene regulada por una normativa de carácter básico para todo el Estado”.
“Más allá del debate de la recentralización que ha planteado la derecha, con el que CCOO obviamente no está de acuerdo porque supondría un enorme retroceso en cuanto a equidad y calidad del sistema educativo, la descentralización ha supuesto una mayor aproximación entre los principales indicadores educativos y, además, invadiría las competencias de las comunidades autónomas”, expuso la organización sindical.
Para CCOO, es “muy importante” cambiar el actual enfoque “academicista” a un enfoque “competencial”, “que permitiese evaluar el grado de madurez y de aplicabilidad de los aprendizajes que ha adquirido el alumnado durante sus estudios de bachillerato, y que esté en consonancia con el marco legislativo vigente. Así mismo, es fundamental consensuar los criterios de evaluación e implementar las cautelas necesarias para que no se produzcan los desequilibrios territoriales que se han venido denunciando en los últimos años”.
Para el sindicato, “la Ebau ha perdido totalmente su carácter de prueba de madurez para poder asumir con éxito los estudios universitarios, para convertirse en un simple examen de contenidos descontextualizados, de carácter puramente memorístico”.
De igual modo, desde las administraciones educativas, prosiguió CCOO en una nota “se debe poner el máximo celo en conseguir que las calificaciones de todo el alumnado de bachillerato (60% de la nota final de la prueba) se resuelvan en condiciones de igualdad, independientemente de la titularidad del centro, por lo que esto podría suponer de falta de homogeneidad en las condiciones de partida del alumnado”.
Por otra parte, CCOO ha manifestado la necesidad de revisar el sentido de las actuales pruebas de acceso a la universidad y valorar “el fuerte condicionamiento que introduce en los procesos de enseñanza y aprendizaje, en las programaciones didácticas de las distintas materias y en los ritmos de aprendizaje durante el bachillerato, desvirtuando los objetivos didácticos que para esta etapa educativa señala la legislación vigente, y evitando convertir el conjunto del Bachillerato, especialmente el segundo curso, en unos estudios preparatorios para dicha prueba”.
Para el sindicato, esto requiere abrir un debate “sosegado” sobre las enseñanzas postobligatorias y acerca de los objetivos, los contenidos curriculares, la estructura y la duración actual del Bachillerato.
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