MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de diversos países árabes y musulmanes han cargado este jueves contra las autoridad de Suecia por dar permiso el miércoles a una manifestación en los alrededores de una mezquita en la capital, Estocolmo, en la que uno de los asistentes quemó una copia del Corán.
El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, ha indicado en un comunicado que “condena en los términos más firmes” que “las autoridades suecas dieran permiso para que quema de una copia del sagrado Corán a manos de extremistas en el primer día del Eid al Adha”, según unas declaraciones de su portavoz, Yamal Rushdi.
Así, ha subrayado que “es responsabilidad de los gobiernos no incitar al extremismo o tolerar a los que promueven ideas de odio e islamofobia, sino hacer frente con firmeza a estas tendencias”, antes de agregar que “el insulto a las creencias de otros no es parte de la libertad de expresión”, tal y como recoge un comunicado publicado en la página web del organismo.
Abul Gheit ha criticado además la “indulgencia” de las autoridades ante “este acto vil”, algo que ocurre “ante el conocimiento general sobre el aumento de las oleadas de odio entre pueblos y fieles de diferentes religiones”, por lo que ha hecho “responsable” al Gobierno sueco de “los resultados y consecuencias de este atroz incidente”.
El comunicado ha sido publicado al hilo de las críticas de Turquía y Marruecos en torno al suceso. Así, el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, describió lo sucedido como “despreciable”, mientras que Rabat ha llamado a consultas a su embajador “de forma indefinida” tras condenar el incidente.
A las condenas se ha sumado en las últimas horas el Ministerio de Exteriores saudí, que ha lamentado que “un extremista quemara una copia del Corán” durante la protesta y ha subrayado que “estos actos condenables y reiterativos no pueden ser aceptados bajo ninguna justificación”.
En este sentido, ha argumentado en un comunicado publicado a través de su cuenta en la red social Twitter que el incidente “contradice claramente los esfuerzos internacionales que buscan propagar los valores de tolerancia, moderación y rechazo al extremismo, al tiempo que socavan el necesario respeto mutuo para las relaciones entre pueblos y estados”.
En esta línea se ha expresado el Ministerio de Exteriores egipcio, que ha señalado que la quema del ejemplar del Corán supone “un acto vergonzoso” que “incita los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo durante el primer día del Eid al Adha” y “contradice los valores de respeto a los sentimientos religiosos e incita el odio entre pueblos”.
“Egipto expresa su profunda preocupación por los repetidos incidentes de quema de coranes y el aumento de la islamofobia y los insultos a la religión en algunos países europeos y muestra su rechazo frontal a todas las prácticas que afectan a las creencias religiosos de los musulmanes”, ha sostenido.
Por ello, ha hecho hincapié en que “es responsabilidad de los gobiernos inhibir los llamamientos a la incitación y los crímenes de odio y poner fin a las prácticas que puedan poner en peligro la seguridad y la estabilidad de las comunidades”. “Esto se suma a la necesidad de promover la tolerancia, aceptar al otro y coexistir de forma pacífica”, ha zanjado.
El Ministerio de Exteriores jordano se ha sumado a la oleada de críticas y ha dicho que el incidente “es incendiario y racista”, así como “una manifestación de la islamofobia” que “incita a la violencia”.
En este sentido, ha aseverado que quemar una copia del Corán “no puede ser considerado una forma de libertad de expresión” y ha pedido “detener estos comportamientos y acciones irresponsables”. “Es necesario respetar los símbolos religiosos y acabar con los actos y prácticas malignas que azuzan el odio y la discriminación”, ha argüido.
Asimismo, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, ha tildado la decisión del Gobierno sueco de “provocativa” e “inaceptable” y ha recalcado que “allanó el camino a la profanación de un objeto sagrado, especialmente en un momento que coincide con unos días sagrados para la ‘umma’ (comunidad musulmana)”.
“Insultar los libros sagrados es un ejemplo de violencia y de propagación del odio contraria a los valores originales de los Derechos Humanos, ha manifestado Kanani, que ha reiterado que “el Gobierno y el pueblo de Irán, igual que otros musulmanes y librepensadores del mundo, no tolera un insulto así y lo condena firmemente”.
“Se espera del Gobierno sueco que evite que se repita una profanación de lo sagrado y que preste atención con seriedad al principio de responsabilidad y rendición de cuentas en este sentido”, ha valorado Kanani, quien ha recordado “los esfuerzos de la comunidad internacional y las organizaciones humanitarias para promover el respeto a las enseñanzas religiosas”.
Por último, los talibán ha dicho que “condenan en los términos más firmes” el suceso, que ha achacado a “un extremista liberal”, así como la decisión de las autoridades de Suecia de “permitir y proteger” el acto “bajo el pretexto de la libertad de expresión”.
“Dar permiso a un acto así de despreciable frente a una mezquita en uno de los días más sagrados en el islam no demuestra más que un absoluto desprecio por parte de las autoridades suecas a esta noble religión, seguida por cerca de 2.000 fieles”, ha señalado el Ministerio de Exteriores afgano a través de un comunicado.
Por ello, el grupo fundamentalista, que logró hacerse con el poder en agosto de 2021 tras la huida del país del entonces presidente, Ashraf Ghani, ante su avance militar hacia la capital, Kabul, ha reclamado “a todos los estados y organizaciones musulmanes, y particularmente a la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), que tome todas las medidas apropiadas en respuesta a estos actos de odio en todo el mundo”.
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