MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
La Federación Española de Diabetes (FEDE) y expertos en Endocrinología reclaman una indicación específica para la prescripción de los sistemas de asa cerrada (SAC) en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud, para acabar con las disparidades en el acceso a estos dispositivos.
Precisamente, con el objetivo de analizar esta situación, además de visibilizar la importancia de mejorar el acceso a los SAC ante administración pública, profesionales sanitarios y pacientes, FEDE ha lanzado la iniciativa ‘Inequidades y diabetes’, que se ha inaugurado con el encuentro ‘on line’ ‘Sistemas de asa cerrada: necesidad de apertura a la evolución tecnológica’.
En el mismo, el doctor Fidel Jesús Enciso Izquierdo, jefe de Servicio de Endocrinología del Hospital San Pedro Alcántara de Cáceres, ha declarado que el actual es “un momento de grandes cambios e innovaciones que mejoran la calidad de vida en diabetes”. “Es importante que todas las personas que los necesiten puedan acceder a los SAC”, ha señalado.
Por su parte, Antonio Lavado, miembro de la Junta Directiva de FEDE y presidente de la Federación de Asociaciones de Personas con Diabetes de Extremadura (FADEX), ha señalado que “las cifras de implantación de los SAC se pueden mejorar mucho y son variables en función del territorio”.
“Es importante que, desde la colaboración entre administración pública, profesionales sanitarios y asociaciones, se lideren proyectos que puedan llevar esta tecnología a la vida de los pacientes”, ha señalado.
TERAPIA INTENSIVA
El tratamiento más habitual de la diabetes en pacientes insulinodependientes se realiza mediante la denominada terapia intensiva de insulina, con la que se pretende imitar el patrón normal de secreción de insulina en el cuerpo.
Para hacerlo, es necesario apoyarse en dispositivos médicos que miden los niveles de glucemia y otros que permiten la administración de la insulina necesaria en función de los valores de glucemia medidos por los primeros.
En la actualidad, casi la totalidad de las terapias intensivas se realizan combinando un sensor de glucosa intersticial y una pluma de insulina, pero este no es el tratamiento con mayor grado de evidencia científica.
De hecho las guías clínicas de la Asociación Estadounidense de Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés), le otorgan un grado de evidencia B cuando se usa en adultos, y grado de evidencia C cuando se hace en pediatría.
La forma más innovadora de aplicar estas terapias intensivas es a través de los llamados sistemas de asa cerrada (SAC), que suministran automáticamente la cantidad de insulina que el paciente necesita en función de los niveles de glucosa medidos por el sensor de glucosa.
Este tipo de tratamiento tecnológico están recomendados con el mayor grado de evidencia, nivel A, para el tratamiento de la diabetes tipo 1 en todos los pacientes y, sin embargo, el acceso a este tratamiento está muy limitado y son muy pocas las personas con diabetes que se benefician de ellos.
RESULTADOS CLÍNICOS Y CALIDAD DE VIDA
Cabe destacar que los SAC han demostrado ser capaces de mejorar el control glucémico, aumentando significativamente el tiempo en el que los niveles de glucosa de los pacientes se mantienen en valores dentro del rango objetivo.
Además, es muy significativo que estos resultados en salud se consiguen aumentando la calidad de vida de la persona, lo que permitirá una mayor adherencia al tratamiento y mejorar la prevención de complicaciones graves de la diabetes en el futuro, como problemas visuales, cardiovasculares o renales, entre otros.
Más allá de los resultados de eficacia clínica, los SAC han demostrado que también mejoran el bienestar emocional y ayudan a lidiar con la sobrecarga que supone el manejo diario de la diabetes para los pacientes, reduciendo el número de decisiones que los usuarios tienen que realizar en su día a día. De esta forma, los SAC mejoran aspectos tan esenciales como la calidad del sueño y la reducción del miedo a episodios graves, como es el caso de las hipoglucemias.
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