MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Un estudio del Centro de Diabetes de la Universidad de Lund (Suecia), aporta pruebas adicionales de que las personas con diabetes tipo 2 pueden necesitar nuevos tratamientos que se centren en mecanismos moleculares específicos de la aterosclerosis.
Las personas con diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de sufrir un ictus, un ataque cardíaco y una muerte prematura debido a la aterosclerosis, pero no estaba claro cuáles eran los mecanismos subyacentes. Esta investigación, publicada en ‘Nature Communications’, identifica las diferencias en el proceso aterosclerótico en personas con diabetes tipo 2 y en personas que no padecen la enfermedad.
“Un ictus o un infarto de miocardio suelen provocar una reducción de la calidad de vida y, en el peor de los casos, la muerte. Como sabemos que las personas con diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de sufrirla, fijamos objetivos de tratamiento especialmente ambiciosos para los pacientes con aterosclerosis y diabetes tipo 2”, afirma el cardiólogo y profesor asociado del Centro de Diabetes de la Universidad de Lund, Andreas Edsfeldt, quien didige el estudio junta a Isabel Gonçalves.
Para realizar este estudio, los investigadores han realizado análisis detallados de las placas ateroscleróticas de un total de 219 personas con enfermedades cardiovasculares, de las cuales 72 tenían diabetes tipo 2, y han descubierto que las placas ateroscleróticas de los pacientes con diabetes tipo 2 tenían niveles más bajos de tejido conectivo protector en comparación con las placas de los pacientes sin diabetes. La razón de esto parece ser la falta de un factor de crecimiento específico llamado TGF-beta2.
El equipo de investigación también descubrió que los niveles altos de azúcar en sangre pueden estar relacionados con una capacidad reducida para formar tejido conectivo protector en las placas ateroscleróticas, lo que conduce a un mayor riesgo de accidente cerebrovascular o ataque cardíaco.
“Los niveles elevados de glucosa en sangre se asociaron con niveles más bajos de proteínas protectoras en las placas ateroscleróticas, lo que aumentó el riesgo de complicaciones cardiovasculares con el tiempo. El hallazgo sugiere que es importante que las personas con diabetes tipo 2 mantengan sus niveles de glucosa en sangre bajo control para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, y que un control deficiente de la glucemia puede reducir la capacidad del cuerpo para producir proteínas protectoras en las placas ateroscleróticas”, afirma el experto.
“Esperamos que este conocimiento se utilice para desarrollar tratamientos personalizados para personas con diabetes tipo 2 que reduzcan el riesgo de sufrir un ictus o un ataque cardíaco. Una posibilidad es desarrollar medicamentos que aumenten el nivel de proteínas protectoras en las placas ateroscleróticas o un tratamiento que estabilice la placa”, concluye la profesora de cardiología en el Centro de Diabetes de la Universidad de Lund y consultora sénior del Hospital Universitario de Skane, Isabel Gonçalves.
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