MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
La Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT) exige que las autoridades sanitarias garanticen el acceso a los tratamientos innovadores que están siendo aprobados por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) pero que no están entrando en la financiación pública.
Bajo el lema ‘En cáncer de tiroides, ni un paso atrás’, con motivo del Día Mundial del Cáncer de Tiroides y del Día Nacional (28 de septiembre), la AECAT lanza mañana una campaña para dar a conocer esta enfermedad rara de la que se diagnostican 5.000 casos cada año en España.
La campaña cuenta con la colaboración de las empresas IBSA, Lilly y Merck y se difundirá a través de redes sociales y otros soportes digitales y busca movilizar a toda la comunidad en torno a pacientes y familiares para exigir a las autoridades sanitarias seguir avanzando en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de tiroides. Más concretamente, subrayar cómo los pacientes ven limitado su acceso a la innovación al no pasar a financiación pública los tratamientos aprobados eficaces frente a sus formas más agresivas.
“El cáncer de tiroides tiene una alta supervivencia, entre el 95 y 98 por ciento, pero desgraciadamente hay formas que son más agresivas y que no disponen de tratamientos efectivos. Lo peor de todo es que algunos tratamientos indicados para este tipo de cáncer no se financian por el Sistema Público de Salud”, explica su presidenta, Arantxa Sáez, paciente de cáncer de tiroides.
Es decir, “tenemos la suerte de que la investigación avance y que se desarrollen nuevas alternativas para esos casos más complicados, pero luego no se llega a ellas”, lamenta la presidenta.
En este mismo sentido, los pacientes reclaman el acceso a la medicina personalizada de precisión. “Supondría un gran avance en la asistencia sanitaria y favorecería intervenciones médicas preventivas, diagnósticas y terapéuticas más eficaces y seguras, adaptadas a las características de los pacientes”, indica Sáez. Además, apunta, “evitaría gastos innecesarios que contribuirían a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios, y lo más importante es que ofrecería al paciente una alternativa terapéutica personalizada que evita fracasos terapéuticos, efectos secundarios innecesarios y reduce el tiempo de acceso al tratamiento correcto”.
El doctor Jaume Capdevila, especialista en Endocrinología del Servicio de Oncología del Hospital Vall d’Hebron, lo explica desde el punto de vista clínico. “En los últimos años estamos viendo un desarrollo de la terapia personalizada en Oncología que no se había visto nunca, con la llegada de fármacos que son capaces de bloquear una alteración específica del tumor de forma tan selectiva que producen grandes respuestas con un perfil de seguridad muy bueno”, explica.
No obstante, “estos fármacos a veces no siguen los pasos clásicos de investigación clínica oncológica, ya que las alteraciones moleculares a las que van dirigidas son relativamente poco frecuentes y resulta imposible diseñar un estudio clínico fase III como los que estamos acostumbrados a ver. Sin embargo, la selección de los pacientes a tratar en función de la alteración genómica del tumor permite observar unos resultados que traspasan las limitaciones del tipo histológico tumoral y consiguen beneficio en cualquier tipo de tumor que presente esta alteración específica”, asegura.
En relación al cáncer de tiroides “en todas sus vertientes histológicas, siempre ha sido un paradigma para el desarrollo de terapias dirigidas, ya que presenta mutaciones y fusiones génicas para las cuales tenemos fármacos dirigidos. Para algún subtipo histológico de cáncer de tiroides, tendremos la posibilidad de llevar a cabo estudios fase III clásicos que permitirán crear la evidencia científica a la que estamos acostumbrados, pero en otros tipos histológicos de cáncer de tiroides, esto resultará completamente imposible por la simple cuestión de la incidencia de la enfermedad, por lo tanto, deberemos basarnos en la indicación tumor agnóstica para poder ofrecer el tratamiento a todos los pacientes que puedan beneficiarse”, explica.
Estas aprobaciones basadas en alteración genómica independientemente del tipo tumoral, conocido como tumor agnóstica, ya se están consiguiendo tanto en Europa como en Estados Unidos, y afectan a los pacientes con cáncer de tiroides tanto diferenciado, medular como anaplásico, involucrando genes tan relevantes como BRAF, RET o NTRK. Por lo tanto, para este especialista, “las autoridades españolas deben entender lo que significan estos avances, el tipo específico de desarrollo farmacológico que necesitan basadas en estos biomarcadores, y al final permitir su uso sin restricciones puramente económicas, ya que la eficacia clínica está más que clara”.
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