MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) ha instado a los gobiernos y las farmacéuticas que se comprometan a facilitar el acceso a los nuevos y “revolucionarios” medicamentos contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que tienen el potencial de “poner fin al sida” si se actúa con rapidez en los países de ingresos bajos y medios.
“Estas nuevas tecnologías nos ofrecen una oportunidad real de acabar con el sida para 2030. Pero tienen una salvedad: solo si las compañías farmacéuticas, los gobiernos, los socios internacionales y la sociedad civil se unen en torno a una revolución en la prevención y el tratamiento del VIH, podremos utilizar estos medicamentos en todo su potencial y acabar con el sida mucho antes de lo que pensábamos anteriormente”, ha afirmado la directora ejecutiva de ONUSIDA y secretaria general adjunta de la ONU, Winnie Byanyima, durante la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza).
Tras ello, ha señalado que lenacapavir, de Gilead Sciences, ha demostrado tener “una eficacia superior” al 95 por ciento en la prevención del VIH con solo dos dosis al año; que ViiV Healthcare tiene el medicamento inyectable cabotegravir, que se administra una vez cada dos meses para prevenir el VIH –y que ya se está utilizando en algunos países–, además de utilizar anillos vaginales de un mes de duración y de estar probando píldoras y anillos vaginales de acción más prolongada.
Estos “innovadores” medicamentos de acción prolongada podrían detener nuevas infecciones por VIH, y ya están siendo usados para suprimir el virus en algunas personas que conviven con el mismo, un potencial que “no se puede aprovechar a menos que todos” tengan acceso a estos.
A pesar de que ambas empresas han autorizado la fabricación de genéricos en varios países, se está avanzando “con demasiada lentitud”, y es que no se espera que estos se encuentren disponibles hasta el próximo año, excluyendo muchos países, especialmente de Latinoamérica, donde las infecciones de VIH “están en aumento”.
Byanyima también ha criticado que Gilead tan solo haya autorizado a seis empresas para fabricar versiones genéricas del medicamento para abastecer a todo el mundo, y sin ningún productor en el África subsahariana.
Asimismo, ha señalado que Gilead no ha anunciado un precio para el lenacapavir para la prevención, y que en Estados Unidos puede costar alrededor de 40.000 dólares al año por persona. Tras ello, ha expresado que, si se llega a 10 millones de personas, los genéricos podrían costar solo 40 dólares por persona al año.
Es por ello por lo que Byanyima ha instado a las farmacéuticas a actuar “más rápido” y a garantizar “precios asequibles y competencia de genéricos” en el mercado de los nuevos medicamentos contra el VIH, tras lo que ha aclarado que el organismo no tiene “ningún problema con las ganancias”, pero que “no tolerarán la especulación”.
“La ciencia ha proporcionado una nueva herramienta milagrosa: medicamentos que previenen la infección por VIH con inyecciones que se administran solo dos veces al año y que también podrían funcionar como tratamiento. Debemos hacerlo mejor esta vez. O las empresas dan un paso adelante, o los gobiernos intervienen. Esta es nuestra oportunidad para acabar con el SIDA, y no podemos permitirnos el lujo de desaprovecharla”, ha insistido.
Aunque a finales de 2023 tan solo 3,5 millones de personas se encontraban usando profilaxis previa a la exposición, ONUSIDA busca que 10 millones de personas tengan acceso a medicamentos preventivos contra el VIH para finales de 2025, un objetivo que “es posible” si se tiene la suficiente “ambición”.
“Observemos los anticonceptivos inyectables: 72 millones de mujeres de todo el mundo accedieron a ellos en 2022. Observemos las vacunas contra la Covid-19 en los países ricos: 4.500 millones de personas fueron vacunadas en un año. ¿Por qué no podemos tener la misma ambición con el VIH? Lo hicimos con el tratamiento del VIH y podemos hacerlo con la prevención. Lo hemos hecho antes y podemos hacerlo de nuevo”, ha añadido.
Byanyima ha expresado que el hecho de que 30 millones de los 40 millones de personas que viven con el VIH estén recibiendo tratamiento es “un logro enorme”, y que estos nuevos medicamentos, a pesar de no ser una cura ni una vacuna, “podrían detener la pandemia del VIH”.
Por último, ha recordado que el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, junto con el Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR), han anunciado recientemente un acuerdo para hacer llegar lenacapavir a dos millones de personas en los próximos tres años, lo que se trata de “un buen comienzo” pero “no lo suficientemente ambicioso”.
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