MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Oriente Próximo, Tor Wennesland, ha asegurado este viernes ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que Cisjordania y Gaza están atrapadas en “una espiral mortal de violencia cada vez más difícil de contener”.
“Me horroriza que los niños sigan siendo víctimas de la violencia. Los niños nunca deben ser objeto de violencia ni ponerse en peligro”, ha expresado, agregando que “los perpetradores de todos los actos de violencia deben rendir cuentas”.
Wennesland también ha explicado “que las fuerzas de seguridad (israelíes) deben ejercer la máxima moderación y usar la fuerza letal solo cuando sea estrictamente inevitable para proteger la vida”, mientras que ha subrayado que “la prioridad inmediata” es trabajar “para calmar la situación”.
“Esto requerirá acciones decididas de ambas partes, con el apoyo de la comunidad internacional”, ha expresado, añadiendo que “se necesitan esfuerzos urgentes para empoderar, así como para fortalecer a la Autoridad Palestina y avanzar hacia el retorno a un proceso político”.
Según el recuento, durante el período de investigación, al menos 32 palestinos, incluidos seis menores, han muerto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes o en operaciones de registro y arresto, así como en otro tipo de incidentes.
El número de heridos ha ascendido a 311, incluidos una mujer y ocho niños, mientras que se han registrado al menos 106 ataques de colones israelíes contra palestinos, que han causado 63 heridos o daños a sus propiedades.
De lado israelí, dos militares del Ejército han muerto, mientras que 25 civiles han resultado heridos, incluidas cinco mujeres y tres niños. Asimismo, al menos 13 militares de las fuerzas de seguridad han resultado heridos por ataques de palestinos con disparos, embestidas, piedras, cócteles molotov u otros medios.
Wennesland ha destacado que, en total, se han registrado 115 ataques contra civiles israelíes, 100 de los cuales fueron fueron incidentes con lanzamiento de piedras, que provocaron heridos o daños a propiedades israelíes.
“Las tensiones fueron particularmente altas en los alrededores de Nablús, donde colonos obstruyeron las rutas principales de residentes palestinos y, en varias ocasiones, entraron en la ciudad palestina de Huwwara, dañando propiedades palestinas y provocando enfrentamientos con los residentes, en algunos casos en presencia de las fuerzas de seguridad israelíes”, ha recalcado.
Finalmente, Wennesland ha puesto el foco en que las autoridades israelíes han demolido, confiscado u obligado a los propietarios a demoler 38 estructuras de propiedad palestina en el Área C y tres en Jerusalén Este, desplazando al menos a 81 palestinos.
“Hago un llamamiento a las autoridades israelíes para que pongan fin al desplazamiento y el desalojo de palestinos y aprueben planes adicionales que permitan a los palestinos construir legalmente y abordar sus necesidades de desarrollo”, ha zanjado.
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