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Mujeres y niños constituyen la mayoría de la población refugiada
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El Comité de Emergencia Español –formado por seis ONG internacionales especialistas en ayuda humanitaria, Aldeas Infantiles SOS, Educo, Médicos del Mundo, Oxfam Intermón, Plan International y World Vision– ha advertido de las dificultades que vive la infancia y el resto de la población en Ucrania, en áreas como la educación, la violencia sexual o la asistencia sanitaria, cuando se cumplen tres años del inicio de la guerra.
Como denuncia la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), tres años después, la necesidad de asistencia humanitaria seguirá siendo crítica en 2025, con 12,7 millones de personas que necesitan ayuda urgente. Hasta la fecha, el llamamiento humanitario del Comité de Emergencia Español ha recaudado 1,58 millones de euros.
Aldeas Infantiles SOS, que amplió significativamente sus actividades en el país al comienzo de la guerra, ha proporcionado atención directa a 425.733 personas a través de los distintos proyectos de su Programa de Respuesta a Emergencias. La organización continúa presente en siete regiones de Ucrania ofreciendo servicios de rehabilitación para niños y niñas heridos de guerra, programas de ayuda económica a familias, trabajos de apoyo psicosocial y de salud mental en sus centros sociales, y actividades lúdicas y educativas en los Espacios Amigables para niños y niñas.
Según los últimos informes verificados disponibles, desde que comenzó la escalada de la guerra en Ucrania, al menos 2.406 niños y niñas han muerto o han resultado heridos. Además de las víctimas infantiles, millones de niños y niñas siguen viendo trastocada su vida debido a los continuos ataques.
Fuera de Ucrania, la presencia internacional de Aldeas Infantiles SOS le permite atender a familias desplazadas y refugiadas y a los niños, niñas y adolescentes que se encuentran en tránsito, no acompañados o separados de sus familias a través de diferentes servicios que incluyen alojamiento, apoyo económico para satisfacer sus necesidades básicas, ayuda con la gestión de trámites y la escolarización, así como asesoramiento laboral para adultos y acceso a internet, con el objetivo de facilitar su integración y la recuperación de la normalidad.
Las mujeres y los niños constituyen la mayoría de la población de refugiados pues el 63% son mujeres y niñas y el 33%, niños. Este perfil demográfico plantea riesgos específicos en materia de protección, en particular en relación con la violencia de género, la trata de personas y distintas formas de explotación, incluida la explotación y el abuso sexual.
“Los y las adolescentes son especialmente vulnerables a la violencia de género en tiempos de crisis, conflictos y desplazamientos”, explica la directora de Comunicación de World Vision, Eloisa Molina. Precisamente, un estudio de World Vision reveló que en Ucrania las adolescentes se ven especialmente afectadas, experimentando pérdida de confianza en sí mismas y sentimientos de confusión.
“Millones de mujeres y niñas ucranianas sufren los efectos devastadores de la violencia de género y sus secuelas sin el apoyo que necesitan, silenciadas por el estigma social y el miedo”, alerta Molina.
World Vision trabaja en Ucrania desde marzo de 2022, llegando a más de 2,1 millones de personas, incluidos más de 970.000 niños y niñas. Solo en 2024, la respuesta de la ONG apoyó a más de 526.000 personas, el 38% de las cuales niños y niñas, en Ucrania, Moldavia, Georgia y Rumanía a través de protección, educación, apoyo psicosocial y necesidades básicas, medios de vida, preparación para el invierno y el programa de asistencia en efectivo.
En materia de asistencia sanitaria, destacan los problemas de salud mental, que están muy extendidos, ya que el 63% de los hogares informan de angustia relacionada con la incertidumbre y el trauma constantes. Los niños y niñas son especialmente vulnerables: 1,5 millones corren el riesgo de sufrir síndrome de estrés postraumático y otros problemas.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania en 2022, Médicos del Mundo ha intensificado su labor humanitaria, proporcionando atención médica, apoyo psicosocial y suministros esenciales en las zonas más afectadas. La organización ha reforzado su equipo en el país, distribuido material quirúrgico a hospitales y desplegado unidades móviles para atender a comunidades sin acceso a servicios de salud. A pesar de los desafíos, como la destrucción de infraestructura sanitaria y la inseguridad, Médicos del Mundo sigue adaptando sus intervenciones para responder a las crecientes necesidades de la población afectada por el conflicto.
“CATASTRÓFICA” SITUACIÓN DE LAS INFRAESTRUCTURAS
En el capítulo de infraestructuras, las ONG indican que la situación es “catastrófica” y afecta a las redes eléctricas, el suministro de agua y los sistemas de transporte, así como la interrumpción de los servicios básicos. Los ataques a la infraestructura energética redujeron la capacidad energética, poniendo en peligro el suministro de agua, gas y calefacción durante los duros inviernos, cuando las temperaturas pueden descender hasta los -20 °C.
Además, casi 3.600 instituciones educativas, incluidas unas 2.000 escuelas, han sufrido daños desde la escalada de la guerra, y unas 371 instalaciones educativas han quedado totalmente destruidas. Según el Ministerio de Educación ucraniano, aún unos 4,6 millones de niños y niñas tienen problemas para acceder a la educación. El retraso en su formación y desarrollo personal que esto supone, es muy significativo.
Para hacer frente a esta necesidad, así como a la de cuidar del bienestar psicosocial de los niños, niñas y adolescentes en Ucrania y desplazados en otros países, Plan International lleva respondiendo desde el comienzo de la guerra, transformando espacios protegidos de los bombardeos en clases seguras, donde ofrece clases de refuerzo, logopedas y apoyo psicológico.
Mientras, Educo ha trabajado para mitigar los efectos del conflicto en la educación, garantizando el acceso a la misma y dando apoyo psicosocial a niños, niñas y adolescentes, a través de lecciones de podcast para un aprendizaje flexible y accesible incluso en refugios o durante desplazamientos, y con clases de refuerzo para recuperar el aprendizaje.
También ha equipado refugios antiaéreos en las escuelas y ha entregado material y herramientas que reducen la ansiedad y fomentan la resiliencia de los niños y niñas. “Trabajamos para que la educación sea una prioridad para la infancia. No recibirla o que esta no sea de calidad es una vulneración de un derecho fundamental que además es habilitante de otros”, detalla la responsable de Incidencia de Educo, Paula San Pedro.
Desde Oxfam Intermón, han trabajado junto a 43 organizaciones locales en Ucrania, Polonia, Moldavia y Rumanía, ofreciendo agua potable, saneamiento e higiene, dinero en efectivo y otro tipo de apoyos a más de 2,4 millones de personas. La organización se ha centrado especialmente en comunidades o colectivos en situación de vulnerabilidad o marginación, como la comunidad LGTBIQA+, la población gitana, las personas con discapacidad o las mujeres.
Oxfam Intermón también ha dado financiación a pequeños negocios, y para la reparación de casas dañadas, incluyendo ventanas, electrodomésticos o calefacción; y trabaja con organizaciones de mujeres para que éstas logren estabilidad económica, con formación y recursos para acceder al mercado laboral o emprender un negocio propio.
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