Los países africanos producen más del 70% del cacao en todo el mundo
MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Oikocredit –la mayor cooperativa de inversión de impacto enfocada a los Países del Sur– ha defendido la importancia de mejorar las condiciones de vida de los productores de cacao y sus familias para que trabajen en unas condiciones “dignas y respetuosas” con los derechos humanos, según han informado en un comunicado.
En este sentido, la organización ha hecho referencia a un informe de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo que señala que los pequeños agricultores del cacao viven en la pobreza, es decir, que no cuentan con dinero para cubrir sus necesidades básicas, de ahí la importancia de una trazabilidad responsable, un comercio justo y una producción ética.
“Al comer chocolate certificado, ayudamos a los agricultores a obtener un mejor precio por su cosecha. Afortunadamente, cada vez más personas eligen conscientemente comprar chocolate de comercio justo; por ejemplo, para que los productores de cacao también puedan construir una buena vida con su familia”, ha afirmado la responsable de relación con los inversionistas en España de Oikocredit, Rose Serrano.
Según la entidad cooperativa internacional, la ausencia de la trazabilidad del producto lleva en muchos casos a la esclavitud infantil. Según un informe de quince ONG europeas realizado en 2018, más de 2,2 millones de niños y niñas trabajan en la producción de cacao en condiciones durísimas.
Por otro lado, denuncia que los pequeños productores reciben entre un 3% y un 6% de lo que se paga por una chocolatina en el supermercado mientras que el resto se reparte entre los intermediarios y los vendedores finales por lo que insta a “identificar el chocolate desde el origen y conocer en detalle su trazabilidad es fundamental a la hora de consumir de manera responsable”.
Así, el consumidor podrá tener la garantía de que quiénes trabajan en la producción del cacao tienen unas condiciones dignas de trabajo, y rechazar aquéllos que no cumplen con las normas básicas de derechos humanos.
“Por eso es importante apostar por el comercio justo, ya que cuando se compra a través del comercio tradicional solo se impacta un 6% en los países de origen. El chocolate es un producto mal pagado y es fundamental proporcionar un valor añadido a los países que producen la materia prima para contribuir a la distribución de la riqueza con la menor desigualdad posible”, argumenta la entidad.
A su juicio, las condiciones de trabajo expuestas y el calentamiento global son los principales “escollos” que deberá salvar la industria del cacao para mantener una producción constante a lo largo del tiempo, ya que el último informe de la National Oceanic and Atmospheric afirma que el cambio climático afectará a la siguiente generación de plantas de cacao y que el 90% de los cultivos ya no serán aptos en 2050.
LOS PAÍSES AFRICANOS PRODUCEN MÁS DEL 70% DEL CACAO EN TODO EL MUNDO
El cacao, que se obtiene de las semillas que se hallan en las vainas del árbol de cacao y una vez procesadas se convierten en ingrediente principal del chocolate, se produce en un 70% en los países africanos, aunque los países latinoamericanos (14%) se posicionan como el principal proveedor de cacao fino de aroma del mundo, según la Organización Internacional del Cacao.
Las cooperativas agrarias Norandino (Perú) y Manduvirá (Paraguay) son dos claros ejemplos de cómo Oikocredit mejora la calidad de vida de las personas a través de la inclusión financiera, al apoyar a pequeños agricultores que tienen un nulo o limitado acceso al mercado y a los recursos de financiación.
Mediante la concesión de préstamos de Oikocredit, Norandino logró financiar una nueva oficina central, mientras que Manduvirá construyó una planta procesadora de azúcar orgánica respetuosa con el medioambiente.
El chocolate supone uno de los alimentos más consumidos en todo el planeta. Según estudios recientes, se estima que alcanza los 8,5 millones de toneladas en el mundo.
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