MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denunció este miércoles que uno de cada dos menús escolares está “muy desequilibrado” e instó a aprobar el Real Decreto de Alimentación Escolar, así como impulsar la presencia de cocinas dentro de los centros educativos.
Lo hizo en un comunicado en el que invitó a los centros escolares a “revisar” la composición de los menús del comedor a tenor de los resultados de un estudio realizado el año pasado sobre 622 menús que reveló un “exceso” de hidratos de carbono y platos precocinados en detrimento de legumbres, huevos y fruta.
“Es más, ninguno de los menús analizados cumplía las recomendaciones consensuadas por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), el Ministerio de Educación y las consejerías de Sanidad y Educación”, agregó.
La organización explicó que el “exceso más habitual” son los platos a base de hidratos de carbono, como el arroz, la pasta o las patatas, por el “desequilibrio” que genera frente a otros alimentos básicos, como las legumbres, que, recordó, “deberían estar presentes en el menú al menos 1,5 veces a la semana, seis veces al mes”.
A su juicio, otro alimento “demasiado presente” son los precocinados, como las croquetas o las empanadillas, que tienen una calidad nutricional “baja” y que “sustituyen” a otros alimentos proteicos “más interesantes”, como los huevos o el pescado azul.
CONSUMO DE VERDURAS ADECUADO
“Los niños deberían tomar huevos al menos una vez a la semana; los precocinados, como máximo, una vez cada 15 días”, advirtió, al tiempo que reconoció que, aunque las medias de consumo de verduras “son adecuadas”, casi siempre se elaboran en forma de puré (46%) o de ensaladas (43%), por lo que defendió la necesidad de ofrecer más verdura entera, a ser posible de temporada.
Por su parte, la carne, junto al pescado y los huevos constituyen la fuente proteica de la dieta de los escolares y, en este sentido, la organización subrayó que la carne debe estar presente una o dos veces por semana, limitando el embutido por su “excesiva” grasa y sal.
En cuanto al pescado, lo “ideal”, a su entender, es “alternar” el blanco y azul “a partes iguales”, teniendo en cuenta que el azul supone solo el 22%, con “preferencia” por los pescados de pequeño tamaño que no presentan problemas de mercurio.
En el postre debería haber siempre o casi siempre fruta fresca y procurando variar y los yogures y postres azucarados, ofrecerse no más de una vez a la semana.
DIFERENCIAS DE CALIDAD
En este contexto, la OCU aseveró que “no se observan diferencias de calidad” en los menús según el tipo de centro o el coste de dicho menú, que varía entre los 96 euros al mes de los públicos y los 146 euros al mes de los privados, pero sí en función de dónde se cocinan, ya que, según sus cálculos, hasta un 55% de los menús son “muy desequilibrados” cuando llegan, ya preparados y calientes, desde una empresa externa.
No obstante, según su punto de vista, cuando el envío se realiza en frío “los resultados no son mucho mejores”, dado que el 46% de los menús “tampoco cumplen las recomendaciones para la mitad de los ocho grupos de alimentos principales”. “Los resultados menos malos se dan cuando hay una cocina en el centro escolar: ‘solo’ el 39% de los menús son muy desequilibrados”, apostilló.
A este respecto, estimó que, en un país con un 40% de niños con sobrepeso, “urge” aprobar el Real Decreto de Alimentación Escolar, consensuado desde 2010 por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), el Ministerio de Educación y las consejerías de Sanidad y Educación.
“Modificando, eso sí, algunos aspectos como el traslado de las patatas desde el grupo de verduras al grupo de hidratos de carbono o la inclusión obligatoria de pescado azul”, reivindicó, al tiempo que llamó a las consejerías de Educación de las comunidades autónomas a “impulsar” las cocinas dentro de los centros escolares.
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