MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
La organización de conservación marina OceanCare ha reclamado a los 24 países del Mediterráneo y del Mar Negro que se reunirán desde este martes, 29 de noviembre hasta el viernes, 2 de diciembre, que adopten medidas “urgentes” para reducir las muertes de ballenas y otros cetáceos por colisión con barcos y recuerda que el Mediterráneo es un “punto negro” para estas especies.
En concreto, la ONG está especialmente preocupada por la supervivencia de dos grandes especies de ballenas del Mar Mediterráneo, los rorcuales comunes y los cachalotes, clasificadas ambas en peligro de extinción.
Un total de 24 Estados se reunirán esta semana en Malta para acordar futuras medidas de conservación dentro del Tratado Accobams para la protección de ballenas y delfines en ambos mares y OceanCare insiste en la urgencia de tomar medidas contra las colisiones con barcos que en la actualidad son la principal causa directa de muerte de estos animales.** En concreto, considera fundamental desviar las rutas marítimas fuera de los hábitat principales de las ballenas cuando sea posible y, en caso de que no lo sea, reducir la velocidad para evitar las colisiones. Por otro lado, avisa del uso de sistemas basado en tecnología inteligente para alertar a los capitanes sobre la presencia de ballenas en las zonas de alto riesgo.
“Se sabe ya lo que se tiene que hacer. Ahora es tiempo de actuar. Los responsables políticos y el sector del transporte marítimo deben entender que juntos podemos lograr la recuperación de las poblaciones de ballenas en el Mediterráneo”, afirma el director de Relaciones Internacionales de OceanCare, Nicolas Entrup.
En este contexto, la ONG recuerda que el Mar Mediterráneo es una de las regiones con mayor actividad de la marina mercante y surcan sus aguas una enorme cantidad de transbordadores rápidos. De media pasan por sus aguas más de 220.000 grandes buques y precisamente las dos grandes especies de ballenas del Mediterráneo, el rorcual común y el cachalote, están clasificadas como en peligro de extinción.
Así, recuerda que la población de rorcuales común se ha reducido a la mitad en los últimos 20 años mientras que apenas quedan unos 200 cachalotes en la Fosa Helénica, en el Mediterráneo oriental. Precisamente por esa región cada año pasan 30.000 grandes barcos.
El riesgo de colisiones mortales está relacionado con el tamaño y la velocidad de los buques y entre 1992 y 2021, más de la mitad de los cachalotes encontrados varados en la costa griega tenían marcas claras de colisiones con barcos.
En definitiva, exigen medidas urgentes en particular para las zonas de alto riesgo que son la Fosa Helénica para los cachalotes del Mediterráneo oriental; y el Mar Mediterráneo noroccidental, incluyendo el Corredor de Migración de Cetáceos (entre las Islas Baleares y la costa española peninsular) y el Santuario de Pelagos (en el mar de Liguria), así como el Mar de Alborán oriental y el Estrecho de Gibraltar: para ambos, rorcuales y cachalotes.
OceanCare elogia que la mayor compañía naviera del mundo, MSC, se comprometiera a modificar sus rutas después de recibir asesoramiento y la Asociación de Alemanes (VDR) ha instado a sus miembros a seguir el ejemplo de MSC. A mediados de octubre de 2022, la Cámara Naviera Internacional (ICS), en una comunicación dirigida a sus miembros de todo el mundo, se refirió a estos ejemplos como modelo a seguir.
La ONG ha financiado el desarrollo del sistema ‘SaveWhales’ con un equipo internacional y multidisciplinar, dirigido por investigadores griegos del Instituto de Investigación de Cetáceos Pelagos y del Instituto de Matemática Aplicada y Computacional, FORTH.
Este sistema de boyas de alta tecnología, ya que están alimentadas por energía solar y equipadas con hidrófonos para localizar a los cachalotes por sus chasquidos, y transmite su posición en tiempo real al tráfico marítimo afectado. Así, en caso de que un barco esté en el curso de colisión con una ballena, el capitán del barco puede ser advertido a tiempo para cambiar el rumbo o reducir la velocidad.
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